La trayectoria de Jorge Oliveira, quien recientemente se jubiló tras una destacada carrera como director general de Solvay en España y Portugal, es un testimonio del compromiso con la innovación y la sostenibilidad en la industria química. Oliveira, originario de Rhodesia (actual Zimbabue), ha sido una figura clave en la transformación de la planta de Torrelavega, donde ha liderado importantes cambios en un contexto de desafíos energéticos y laborales.
### Transformación Energética y Retos Laborales
La planta de Solvay en Torrelavega ha enfrentado una serie de desafíos en la última década, especialmente con la transición energética que ha llevado a la industria a abandonar el uso del carbón en favor de fuentes más sostenibles. Durante su mandato, Oliveira ha trabajado incansablemente para asegurar que la planta no solo se adapte a estas nuevas realidades, sino que también se convierta en un referente en sostenibilidad dentro del sector químico europeo.
Uno de los hitos más significativos de su gestión ha sido la aprobación del proyecto de transición energética, que se ha convertido en la piedra angular del futuro de la planta. Este proyecto no solo implica la construcción de una nueva planta de biomasa, sino que también representa un cambio de paradigma en la forma en que Solvay opera en un mercado cada vez más competitivo y regulado. Oliveira ha destacado que este esfuerzo no es solo una inversión en tecnología, sino una estrategia a largo plazo para garantizar la viabilidad y competitividad de la planta.
Sin embargo, la transición no ha estado exenta de dificultades. La planta ha sufrido dos trágicos accidentes laborales en un corto período, lo que ha generado preocupación sobre la seguridad y el bienestar de los trabajadores. Oliveira ha reconocido la complejidad de su gestión, que ha incluido decisiones difíciles como el cierre de la unidad de cloro-álcali, un proceso que requirió una gran dedicación y colaboración para asegurar una transición responsable para todos los empleados.
### Un Futuro Prometedor para la Industria Química
A pesar de los retos, Oliveira se muestra optimista sobre el futuro de Solvay en Torrelavega. Según sus palabras, la planta se encuentra en una «situación de fortaleza» y con una «visión de futuro clara y prometedora». La colaboración con socios estratégicos como ENSO es fundamental para llevar a cabo el proyecto de transición energética, que no solo busca reducir la huella de carbono, sino también mejorar la eficiencia operativa y la competitividad en el mercado.
Oliveira enfatiza que el futuro de Solvay en Torrelavega estará marcado por la innovación constante y la sostenibilidad. Con la aprobación del proyecto de transición energética, la planta se posicionará como un líder en la industria química europea, contribuyendo al desarrollo industrial y económico de Cantabria. Este enfoque no solo asegura el empleo de calidad, sino que también refuerza el papel de Solvay en la cadena de valor a nivel mundial.
La industria química europea, según Oliveira, tiene el potencial de competir con empresas de otras regiones, como Asia, pero para ello es necesario un marco regulatorio más favorable y precios de energía competitivos. La innovación y la sostenibilidad deben ir de la mano para que Europa pueda mantener su posición en el mercado global.
A medida que Oliveira se prepara para su jubilación, su legado en Solvay y en la industria química de Cantabria perdurará. Su compromiso con la sostenibilidad y la innovación ha sentado las bases para un futuro más brillante y responsable en la industria, y su conexión con la comunidad local es un testimonio de su dedicación y amor por la región. Aunque planea repartir su tiempo entre Cantabria, Lisboa y Londres, su vínculo con la tierra y la gente de Solvay Torrelavega es inquebrantable, y su influencia seguirá siendo sentida en los años venideros.