El eurodiputado Alvise Pérez, líder del partido Se Acabó la Fiesta, protagonizó un tenso enfrentamiento con los medios de comunicación tras su declaración en el Tribunal Supremo, donde se le investiga por presunta financiación ilegal. La situación se tornó conflictiva cuando Pérez, al salir del tribunal, comenzó a criticar a los periodistas, a quienes acusó de ser «subvencionados» y de formar parte de una «mafia de la información«.
Durante su intervención, Pérez intentó explicar que Álvaro Romillo, otro de los imputados en el caso, se había retractado. Sin embargo, en lugar de centrarse en su declaración, el eurodiputado desvió la atención hacia los medios, exigiendo que también publicaran su versión cuando se resolviera el caso. En ese momento, una mujer del público, que no se identificó como periodista, comenzó a criticar a los medios, lo que llevó a Pérez a defenderla en lugar de a los reporteros presentes.
Los periodistas, visiblemente molestos, le recordaron que estaban realizando su trabajo y le pidieron respeto. Sin embargo, Pérez continuó con su retórica agresiva, acusándolos de ser «parásitos» y de tener vínculos con la corrupción. La tensión aumentó cuando uno de los reporteros le pidió que dejara de insultar, a lo que Pérez respondió levantando la voz y exigiendo que se marcharan. Los periodistas, en un acto de protesta, decidieron abandonar la escena, lo que culminó en un intercambio de gritos entre ambos lados.
Mientras los medios se retiraban, Pérez continuó insultándolos, llamándolos «criminales de la mafia de la información» y reiterando que no necesitaba su cobertura. Este episodio se desarrolló en vivo durante el programa ‘Mañaneros’, lo que amplificó la controversia y atrajo la atención de la audiencia.
Además de su enfrentamiento con la prensa, Pérez también defendió a Vito Quiles, un comunicador que ha sido objeto de críticas por parte de otros periodistas y políticos. Afirmó que Quiles no es menos periodista que los demás y cuestionó la falta de preguntas de los medios sobre «medios no subvencionados». Al no recibir más preguntas, Pérez se despidió enfatizando su independencia y su estatus como «hombre libre».
Este incidente se produce en un contexto donde Pérez ya había admitido haber cobrado 100.000 euros en negro, aunque negó que estos fondos fueran destinados a financiar su partido. La situación ha generado un intenso debate sobre la relación entre la política y los medios de comunicación, así como sobre la responsabilidad de los políticos al interactuar con la prensa.
El enfrentamiento de Alvise Pérez con los medios no solo ha puesto de relieve su estilo combativo y polémico, sino que también ha suscitado preguntas sobre la transparencia y la ética en la política española. La reacción de los periodistas, que decidieron abandonar la rueda de prensa, refleja un creciente descontento con la forma en que algunos políticos abordan la crítica y la cobertura mediática. Este tipo de incidentes puede tener repercusiones significativas en la percepción pública de los políticos y su relación con los medios de comunicación, especialmente en un momento en que la confianza en las instituciones está en niveles bajos.