Dinamarca, un país que evoca imágenes de una sociedad liberal y abierta, ha tomado un rumbo sorprendente en su política migratoria. A menudo se asocia a la extrema derecha con políticas restrictivas, pero en este caso, son los partidos de centroizquierda los que han liderado el camino hacia un enfoque más duro en la migración. Este artículo explora cómo Dinamarca se ha convertido en un pionero de políticas migratorias restrictivas en Europa y cómo esto contrasta con otros países como España, que están adoptando un enfoque más inclusivo.
### La Transformación de la Política Migratoria Danesa
Desde la Segunda Guerra Mundial, Dinamarca ha visto un aumento constante en la inmigración. Sin embargo, el punto de inflexión llegó en 2015, durante la crisis migratoria europea, cuando más de un millón de inmigrantes llegaron a Europa. Este evento provocó un cambio en la percepción pública y política sobre la inmigración. En Dinamarca, el Partido Popular Danés (PPD), un partido nacionalista de extrema derecha, ganó popularidad al abogar por políticas antiinmigración, lo que llevó a los socialdemócratas a reconsiderar su enfoque.
Bajo el liderazgo de Mette Frederiksen, los socialdemócratas han adoptado políticas que antes se consideraban de extrema derecha. Esto incluye medidas como la confiscación de bienes de solicitantes de asilo y la creación de un entorno hostil para los inmigrantes. Frederiksen ha argumentado que la inmigración amenaza la cohesión social y el bienestar de los daneses, especialmente de los más pobres. Este enfoque ha llevado a una disminución en las solicitudes de asilo en Dinamarca, que en mayo de 2025 alcanzaron su nivel más bajo en 40 años.
Sin embargo, este giro hacia políticas más restrictivas ha generado críticas. Muchos argumentan que estas medidas han dañado la reputación de Dinamarca en cuanto al respeto de los derechos humanos y han creado una sensación de alienación entre los ciudadanos daneses de origen inmigrante. Las leyes que permiten la demolición de bloques de apartamentos en áreas con alta concentración de inmigrantes han sido calificadas de discriminatorias, lo que ha llevado a un debate sobre la verdadera naturaleza de la política migratoria danesa.
### El Enfoque Español: Inclusión y Crecimiento Económico
En contraste con Dinamarca, España ha adoptado un enfoque diferente hacia la migración. El presidente Pedro Sánchez ha enfatizado la importancia de la inmigración para el crecimiento económico del país. Con una de las tasas de natalidad más bajas de la UE, España enfrenta el desafío del envejecimiento de su población. Sánchez ha propuesto legalizar a casi un millón de inmigrantes que ya trabajan en el país pero que carecen de papeles, argumentando que esto no solo beneficiará a la economía, sino que también ayudará a mantener el sistema de pensiones.
El gobierno español está implementando un «diálogo nacional» que involucra a ONG y empresas privadas para gestionar la inmigración de manera efectiva. Este enfoque busca equilibrar las necesidades del mercado laboral con la integración de inmigrantes, utilizando los ingresos fiscales adicionales para mejorar los servicios públicos. Sin embargo, este enfoque también enfrenta críticas, ya que muchos españoles sienten que ya hay demasiados inmigrantes en el país.
A pesar de las preocupaciones, el gobierno de Sánchez continúa promoviendo la inmigración como una solución a los problemas demográficos y económicos de España. La diferencia en los enfoques de Dinamarca y España resalta cómo las prioridades políticas y sociales pueden influir en las políticas migratorias. Mientras que Dinamarca se centra en la preservación de su sistema social, España busca aprovechar la inmigración para impulsar su economía y abordar el envejecimiento de su población.
### Un Cambio en el Panorama Político Europeo
El giro de Dinamarca hacia políticas migratorias más duras ha tenido repercusiones en toda Europa. Los partidos de centroizquierda en otros países están adoptando un lenguaje y políticas que antes se asociaban con la extrema derecha. Este fenómeno se observa en el Reino Unido, donde el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ha sido criticado por su retórica sobre la inmigración, que sugiere un cambio hacia una postura más restrictiva.
A medida que la política migratoria se politiza, los partidos de derecha también están adoptando políticas sociales para ampliar su atractivo. En Francia, el presidente Emmanuel Macron ha endurecido su postura sobre la inmigración, mientras que Marine Le Pen, líder de la Agrupación Nacional, ha incorporado propuestas de bienestar social en su plataforma nacionalista.
Este desdibujamiento de las líneas políticas tradicionales plantea preguntas sobre el futuro de la política migratoria en Europa. A medida que los partidos de centroizquierda y derecha adoptan posiciones más extremas, la discusión sobre cómo gestionar la inmigración se vuelve cada vez más compleja. La tendencia hacia políticas más restrictivas podría convertirse en la nueva norma, lo que plantea desafíos significativos para los derechos humanos y la integración de inmigrantes en toda Europa.
### Reflexiones sobre el Futuro de la Migración en Europa
La situación en Dinamarca y España ilustra cómo las políticas migratorias pueden variar drásticamente según el contexto político y social. Mientras que Dinamarca ha optado por un enfoque restrictivo que prioriza la cohesión social, España está buscando integrar a los inmigrantes como parte de su estrategia de crecimiento económico. La forma en que estos países aborden la migración en el futuro tendrá implicaciones no solo para sus propias sociedades, sino también para el panorama político europeo en su conjunto.
A medida que la migración sigue siendo un tema candente en la agenda política, es crucial que los gobiernos encuentren un equilibrio entre las preocupaciones de los votantes, las necesidades económicas y los valores humanitarios. La forma en que se gestionen estas cuestiones en los próximos años determinará el futuro de la migración en Europa y la cohesión social en sus sociedades.