Ubicado en el encantador pueblo de Oruña de Piélagos, el Restaurante La Puentecilla se ha consolidado como un referente en la gastronomía de Cantabria. Desde su apertura hace más de 18 años, este establecimiento ha sabido combinar la tradición culinaria de la región con un enfoque contemporáneo, ofreciendo a sus comensales una experiencia única que resalta la riqueza de los productos locales y de temporada. Bajo la dirección de Rosa Mª Peláez, La Puentecilla ha logrado atraer tanto a los residentes locales como a los visitantes que buscan disfrutar de una buena comida en un ambiente acogedor.
La filosofía del restaurante se centra en la calidad de los ingredientes y en la elaboración cuidadosa de cada plato. La cocina, dirigida por los talentosos chefs Jaime Verano y José Antonio España, presenta una carta variada que incluye desde platos fríos hasta opciones calientes, pasando por pescados frescos y carnes de la región. La atención al detalle se refleja en cada bocado, haciendo que cada visita sea memorable.
### Una Carta Diversificada y Atractiva
La oferta gastronómica de La Puentecilla es amplia y equilibrada, diseñada para satisfacer todos los paladares. En el apartado de cocina fría, los comensales pueden disfrutar de clásicos como el jamón ibérico con tumaca, la cecina con pimientos asados y ensaladas variadas que incluyen queso de cabra y ventresca. Estos platos son ideales para abrir el apetito y prepararse para las delicias que vendrán.
Los entrantes calientes son igualmente impresionantes. Las rabas fritas en aceite de oliva, las croquetas caseras y los langostinos en tempura son solo algunas de las opciones que destacan en el menú. Además, el pulpo a la parrilla con cremoso de patata y aceite de pimentón es una representación perfecta de la esencia del norte de España, combinando sabores y texturas que deleitan el paladar.
En cuanto a los pescados, La Puentecilla ofrece una selección que incluye albóndigas de rape y langostinos, bacalao confitado con pisto y pilpil, así como pescados del día, siempre frescos y preparados con un enfoque que respeta su sabor natural. Para los amantes de la carne, el menú incluye opciones como carrilleras ibéricas, paletilla de lechazo y entrecot con pimientos asados, todos platos generosos que satisfacen incluso a los comensales más exigentes.
### Menús Diarios y Postres Irresistibles
Uno de los aspectos más destacados de La Puentecilla es su menú del día, que ha ganado una excelente reputación entre quienes trabajan o residen en la zona. Este menú cambia diariamente y ofrece tres opciones por pase, lo que permite a los comensales disfrutar de una variedad de platos que incluyen guisos de legumbres, arroces melosos y ensaladas frescas. Los segundos platos son igualmente variados, con pescados y carnes que se preparan al punto perfecto, así como creaciones innovadoras como el revuelto de cecina con crujientes de pan.
El menú del día se completa con pan, vino, un postre casero y café, todo a un precio muy razonable, lo que lo convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan calidad sin comprometer su presupuesto. Hablando de postres, La Puentecilla no decepciona. Los postres son elaborados en el propio restaurante y destacan por su autenticidad y sabor. Desde la tarta de chocolate con dulce de leche salado hasta el helado de queso y el hojaldre con fresas y crema pastelera, cada opción es un cierre perfecto para una comida memorable.
La bodega del restaurante cuenta con alrededor de 60 referencias de vinos, cuidadosamente seleccionados para complementar tanto los menús diarios como las cenas a la carta. Además, el café Dromedario, conocido por su calidad y tradición en la región, se sirve para aquellos que desean disfrutar de una buena taza al final de su comida.
La Puentecilla ofrece un ambiente acogedor con capacidad para 30 comensales, donde cada cliente se siente como en casa. Durante los meses más cálidos, la terraza del restaurante permite disfrutar de una comida al aire libre, rodeado de un entorno relajado y natural. El equipo de sala, conocido por su amabilidad y profesionalidad, se asegura de que cada visita sea especial, prestando atención a cada detalle para que los comensales se sientan bienvenidos.
En un entorno cada vez más competitivo como el de Piélagos, La Puentecilla ha logrado mantener una regularidad ejemplar, ofreciendo una cocina honesta y de raíces cántabras, pero siempre abierta a nuevas ideas. La fidelidad de sus clientes, muchos de los cuales regresan con frecuencia, es un testimonio de su compromiso con la calidad, la cercanía y el sabor. Sin duda, La Puentecilla es un lugar que merece ser visitado por todos aquellos que deseen disfrutar de lo mejor de la gastronomía cántabra.