Pedro Sánchez ha enviado una carta a la militancia socialista en la que se disculpa nuevamente por los recientes casos de corrupción que han afectado al partido. En su misiva, el presidente del Gobierno expresa su «decepción e indignación» y reconoce la «traición a la confianza» tanto del partido como de los ciudadanos. Asegura que esta situación es una «herida» que duele a todos, pero defiende la gestión de los casos desde el primer momento, subrayando que la diferencia entre su partido y otros radica en cómo se manejan estas situaciones.
Sánchez enfatiza que mientras su partido actúa con «contundencia» y expulsa a quienes fallan, otros partidos, como el Partido Popular, optan por proteger a sus miembros implicados en escándalos. «Nosotros tomamos decisiones rápidas y ejemplarizantes; otros escriben mensajes de apoyo», afirma, en clara referencia a la postura del PP ante la corrupción.
En su carta, el presidente también hace un llamado a la militancia para que no mire con indiferencia los actos corruptos y recuerda los logros del Gobierno en los últimos años. A pesar de la decepción, reitera su compromiso de seguir trabajando para mejorar la vida de la gente, instando a sus compañeros a mantener la ilusión y el esfuerzo.
Recientemente, Sánchez adoptó un tono más combativo en sus declaraciones, retando al PP y a Vox a presentar una moción de censura si consideran que hay motivos suficientes. Asegura que no hay un «sistema podrido» que necesite reforma, sino que es necesario combatir la corrupción a través de la justicia y las leyes, así como con mejores herramientas.
El presidente también advierte que la oposición podría no estar interesada en un debate serio sobre la corrupción, ya que su prioridad parece ser derribar al Gobierno a cualquier precio. En este sentido, les invita a utilizar la moción de censura si creen tener una alternativa viable para el país, cuestionando su capacidad para presentar un proyecto constructivo.
Sánchez concluye su carta reiterando la «decepción enorme» que siente por los recientes escándalos, pero anima a la militancia a no perder la perspectiva y a continuar avanzando en los asuntos que afectan a la ciudadanía. Advierte sobre una «operación de demolición moral» que podría poner en peligro la democracia, y llama a la «templanza» y a la «iniciativa» para superar los desafíos actuales, que no se resuelven con titulares, sino con trabajo y políticas públicas efectivas.
Además, ha anunciado que comparecerá en el Congreso el próximo 9 de julio para dar explicaciones sobre el informe de la UCO relacionado con Santos Cerdán, un hecho que ha generado críticas desde la oposición, que considera inaceptable que se espere casi tres semanas para ofrecer estas aclaraciones. Desde el Gobierno, se justifica que esta fecha era la primera disponible en la agenda del Congreso y compatible con los compromisos internacionales del presidente.