La última gala de Supervivientes 2025, emitida desde Honduras, estuvo marcada por momentos de intensa emoción y un incidente que dejó a todos los presentes en estado de alerta. La prueba de la Noria Infernal, una de las más esperadas y temidas del programa, se convirtió en el escenario de un dramático suceso que puso a prueba no solo la resistencia física de los concursantes, sino también la capacidad de reacción del equipo de producción y del público.
Durante esta emblemática prueba, José Carlos Montoya y Álvaro Muñoz Escassi se enfrentaron por el liderazgo definitivo del concurso, que culminará el próximo martes 17 de junio. La Noria Infernal, conocida por su dificultad y su carga simbólica, exigió a los concursantes mantener el equilibrio en una estructura giratoria situada en medio del mar. Sin embargo, lo que comenzó como una competencia repleta de adrenalina se tornó en un momento de gran tensión cuando Montoya comenzó a mostrar signos de desmayo.
Apenas seis minutos después de iniciar la prueba, Montoya se sintió mareado y debilitado, lo que llevó a la presentadora, Laura Madrueño, a solicitar una pausa en la rotación de la noria. Pero la situación se tornó crítica cuando Montoya perdió el control y cayó al agua, lo que generó un grito de alarma entre los presentes. La preocupación fue palpable, tanto en el plató como entre los concursantes, quienes no dudaron en lanzarse al agua para ayudarle.
El rescate fue rápido y efectivo, gracias a la intervención de sus compañeros Borja González y Anita Williams, así como de Escassi, quien descendió de la noria al ver la situación. Montoya, aunque recuperado tras unos minutos, confesó haber sentido que «se le nubló todo». Afortunadamente, el incidente no pasó a mayores, y la gala pudo continuar tras confirmar que el concursante se encontraba bien.
A pesar del susto, Escassi fue proclamado líder y primer finalista de la edición, asegurando su lugar en la gran final sin necesidad de votación del público. Sin embargo, la victoria no fue celebrada con euforia, ya que la tensión vivida minutos antes dejó una huella en todos los presentes. La preocupación de Escassi por el bienestar de su compañero fue evidente, y su primera pregunta al ver a Montoya recuperado fue: «¿Estás bien?», un gesto que fue muy bien recibido por los espectadores en redes sociales.
El incidente ha reavivado el debate sobre la dureza de las pruebas físicas en los realities. A pesar de que la producción del programa sigue un protocolo de seguridad, muchos seguidores han expresado su inquietud por el bienestar de los concursantes. La Noria Infernal, en particular, ha sido objeto de controversia en ediciones anteriores, y este suceso ha puesto de manifiesto la necesidad de evaluar los riesgos asociados a tales desafíos.
Laura Madrueño, al finalizar la gala, no pudo contener la emoción y agradeció a todos los concursantes por su entrega, destacando la valentía de Montoya al participar en una prueba tan exigente. «Gracias por hacer de esta edición algo inolvidable», expresó con la voz entrecortada, reflejando el sentimiento general de gratitud y respeto hacia los participantes.
La gala de Supervivientes 2025 del pasado domingo se recordará como una de las más intensas y emotivas de todas las temporadas. Montoya, a pesar del susto, demostró una notable fortaleza y capacidad de superación, mientras que Escassi consolidó su liderazgo con una actitud de respeto y solidaridad. Con la gran final a la vista, la emoción entre los seguidores del programa no hace más que aumentar. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿quién se llevará el ansiado cheque de 200.000 euros? La respuesta se conocerá el martes, en un desenlace que promete ser tan emocionante como la gala que lo precedió.