Durante la Romería de O Pino, el presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, destacó la importancia del próximo Congreso de su partido, al que considera un punto de inflexión en la política española. En su discurso, Feijóo enfatizó que este evento no solo representa un cambio de liderazgo, sino una transformación necesaria para el país. Criticó al Gobierno actual, liderado por Pedro Sánchez, al que acusó de ser «un Gobierno sin palabra, ni principios, ni rumbo». Según Feijóo, el Ejecutivo tiene más imputados que ministros, lo que refleja una crisis de confianza y una falta de integridad en la gestión pública.
El líder del PP no se detuvo en las críticas a la administración de Sánchez, señalando que las prioridades del Gobierno están desviadas hacia las exigencias del separatismo y los escándalos judiciales que afectan a altos cargos. Feijóo argumentó que esta situación ha llevado a un «vaciado de la nevera» de los ciudadanos, mientras que los corruptos se benefician de la impunidad. En este contexto, lanzó un mensaje claro: «Los españoles merecen un Gobierno decente y yo se lo daré».
En su intervención, Feijóo también se comprometió a unir y reparar el país, prometiendo un futuro donde se devuelva la ilusión a los ciudadanos. Afirmó que el legado de Sánchez ha sido dividir a la sociedad y que el PP tiene un proyecto claro para revertir esta tendencia. «Vamos a derribar democráticamente el muro de la división», aseguró, enfatizando la necesidad de construir un futuro inclusivo y solidario.
El presidente del PP se refirió a la gestión del Gobierno como el principal problema del país, destacando que han pasado de levantar un muro a construir un búnker de excusas y privilegios. Criticó la obsesión del Ejecutivo por los escándalos judiciales y la falta de atención a los problemas reales que enfrentan los ciudadanos. Feijóo subrayó que un país no puede estar gobernado por la preocupación constante de los delitos que afectan a sus altos funcionarios.
Además, el líder popular hizo hincapié en la necesidad de recuperar la ilusión en la sociedad española. Reconoció que hay un creciente nerviosismo entre los ciudadanos, pero se mostró optimista al afirmar que «nada ni nadie, ni dentro ni fuera, va a amargar la ilusión que este país necesita recuperar». Consciente de los desafíos que enfrenta, se comprometió a continuar la línea ascendente que ha mostrado el PP en los últimos años, con el objetivo de reunir a diez millones de españoles en un proyecto abierto y honesto.
Feijóo también anunció que el Congreso programado para julio servirá para dar claridad ante la «oscuridad» que representa el Gobierno actual. Prometió metas concretas y un proyecto realizable, incluyendo la realización de una auditoría para que los ciudadanos sepan dónde está su dinero, la reducción de impuestos y la implementación de reformas necesarias para el país.
Finalmente, el líder del PP delineó los tres pilares fundamentales de su proyecto de nación: «Más España y menos separatismo, más libertad y menos imposiciones, más prosperidad y menos intervencionismo». Estas propuestas reflejan su visión de un futuro donde la unidad y la honestidad sean los ejes centrales de la política española.