La situación en la planta de Bridgestone en Puente San Miguel se ha intensificado con el inicio de su undécima jornada de huelga. Los trabajadores, organizados bajo el comité de huelga que incluye a UGT-FICA, CC OO y BUB, han decidido parar la actividad en la fábrica como respuesta a la incertidumbre que rodea el futuro laboral de la planta, especialmente en relación con el expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 211 trabajadores. Esta movilización ha recibido un respaldo total, con todos los empleados del turno de mañana y del turno de día secundando la huelga, lo que ha llevado a la paralización de la producción.
La huelga se lleva a cabo en un contexto crítico, ya que se espera una nueva reunión de negociación sobre el ERE, que se ha convertido en un tema candente para los trabajadores. La multinacional japonesa ha propuesto un despido colectivo que ha generado gran preocupación entre la plantilla. Luis Ruiz Eguren, presidente del comité de huelga, ha señalado que aunque ha habido algunos avances en las negociaciones, como la reducción de 10 despidos y la posibilidad de prejubilaciones, la lucha por un plan industrial que garantice el futuro de la planta sigue siendo una prioridad.
### Avances en las Negociaciones del ERE
En la última reunión celebrada el 8 de mayo, Bridgestone presentó algunas modificaciones a su propuesta inicial. La reducción de los despidos de 211 a 201 fue recibida con cierto alivio, aunque los trabajadores siguen demandando más garantías. Además, la compañía ha ofrecido la opción de prejubilación a 26 trabajadores, quienes podrían optar por salir de la empresa con un 70% de su salario neto a partir de los 57 años. Esta medida, aunque positiva, no elimina la preocupación por el futuro de los empleados que permanecerán en la planta.
Otro aspecto relevante de las negociaciones ha sido el aumento de la indemnización por despido, que ahora se establece en 45 días por año trabajado, sin límite de anualidades. Esta mejora es un paso en la dirección correcta, pero los sindicatos insisten en que es fundamental asegurar una carga laboral suficiente para el futuro de la planta. La incertidumbre sobre la continuidad de la producción y el empleo en Reocín ha llevado a los trabajadores a mantener su postura firme en la huelga, buscando no solo mejoras económicas, sino también un compromiso claro por parte de la empresa sobre su futuro industrial.
### La Resistencia de los Trabajadores
La huelga en Bridgestone no solo es un reflejo de la lucha por los derechos laborales, sino también de la resistencia de una comunidad que ha estado ligada a la planta durante décadas. La fábrica de Reocín ha sido un pilar económico en la región, y los trabajadores son conscientes de que su lucha no solo afecta a sus empleos individuales, sino también al bienestar de sus familias y a la economía local.
Los sindicatos han estado organizando diversas actividades para mantener la moral de los trabajadores alta y para asegurar que la comunidad esté al tanto de la situación. La solidaridad entre los empleados ha sido palpable, y muchos han expresado su determinación de continuar la lucha hasta que se logren condiciones laborales justas y un futuro estable para la planta.
A medida que se acerca la fecha de la próxima reunión de negociación, los trabajadores de Bridgestone en Reocín se preparan para intensificar sus esfuerzos. La presión sobre la empresa para que presente un plan industrial viable es más fuerte que nunca. La comunidad y los sindicatos están unidos en su demanda de un compromiso claro que asegure la continuidad de la producción y la estabilidad laboral.
La situación en la planta de Bridgestone es un ejemplo de cómo las luchas laborales pueden tener un impacto significativo en la vida de los trabajadores y en la economía de una región. A medida que los empleados continúan su huelga, el futuro de la planta y de sus trabajadores sigue en el aire, y la presión sobre la multinacional para que actúe de manera responsable y ética se intensifica.