Una grave emergencia química ha sacudido a Cataluña en la madrugada del 10 de mayo de 2025, tras el estallido de un incendio en una nave industrial ubicada en Vilanova i la Geltrú, donde se almacenaban aproximadamente 70 toneladas de cloro. Este incidente ha generado una nube tóxica que ha obligado a las autoridades a confinar a cerca de 164,000 personas en cinco municipios de las provincias de Barcelona y Tarragona. Los municipios afectados incluyen Vilanova i la Geltrú, Cubelles, Les Roquetes de Sant Pere de Ribes, Cunit y Calafell.
El incendio se declaró alrededor de las 2:30 de la madrugada en la instalación de la empresa Cleanwater Pool, que se dedica al tratamiento de piscinas. Aunque hasta el momento no se han reportado heridos, la situación ha llevado a la activación del plan de emergencia química PLASEQCAT, movilizando a más de 60 efectivos de los Bomberos de la Generalitat y unidades especializadas en riesgos tecnológicos. Las autoridades han implementado medidas estrictas de confinamiento, que incluyen cerrar puertas y ventanas, desconectar sistemas de ventilación y climatización, y permanecer en el interior hasta nuevo aviso.
A las 5:30 de la mañana, Protección Civil de la Generalitat envió un mensaje de alerta a los teléfonos móviles de los residentes en las áreas afectadas, indicando la obligatoriedad del confinamiento debido a la alta toxicidad del humo generado por el incendio. La reacción química entre el cloro y el agua utilizada para sofocar el fuego ha liberado gases peligrosos para la salud, lo que ha incrementado la preocupación entre la población.
Las autoridades han cerrado las carreteras C-15 y C-31 en las cercanías de Vilanova, y Renfe ha suspendido el servicio de la línea R2 Sur de Cercanías, afectando la movilidad en toda la zona. Desde Protección Civil, se ha advertido que los síntomas leves como escozor en los ojos, garganta o vías respiratorias pueden ser normales, pero en caso de experimentar mareos, dificultad para respirar o dolor torácico, se debe contactar inmediatamente con el 112.
El incendio, aunque controlado, no ha sido extinguido, y se mantiene una monitorización constante de la nube tóxica. Las autoridades están a la espera de cambios en las condiciones meteorológicas o de que se produzca lluvia, lo que podría facilitar la dispersión de los gases peligrosos. El propietario de Cleanwater Pool, Jorge Viñuales, ha declarado que una batería de litio podría haber sido la causa del incendio y ha asegurado que la empresa cumplía con todas las normativas de almacenamiento y seguridad.
La situación ha generado una gran preocupación entre los residentes de las áreas afectadas, quienes han sido instados a seguir las instrucciones de las autoridades y mantenerse informados sobre la evolución de la emergencia. La colaboración de la población es crucial en momentos como este, donde la seguridad y la salud pública están en juego. Las autoridades continúan trabajando para controlar la situación y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos en la región.
El impacto de este incendio no solo afecta a la salud de los residentes, sino que también plantea serias preguntas sobre la gestión de riesgos en instalaciones que manejan sustancias químicas peligrosas. La comunidad espera respuestas claras sobre las causas del incendio y las medidas que se tomarán para prevenir futuros incidentes similares. La transparencia en la comunicación y la acción rápida de las autoridades son esenciales para restaurar la confianza de la población en la seguridad de su entorno.
La situación en Cataluña es un recordatorio de la importancia de estar preparados para emergencias químicas y de la necesidad de contar con protocolos de seguridad robustos en todas las instalaciones que manejan productos peligrosos. La colaboración entre las autoridades, los servicios de emergencia y la comunidad es fundamental para enfrentar estos desafíos y proteger la salud pública.