Banco Sabadell ha presentado resultados financieros que destacan su fortaleza en un contexto de incertidumbre debido a la opa hostil lanzada por BBVA. En el primer trimestre de 2025, la entidad ha reportado un beneficio neto atribuido de 489 millones de euros, lo que representa un impresionante aumento del 58,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento no solo subraya la capacidad del banco para generar ingresos, sino que también busca convencer a sus accionistas de que tiene la fuerza necesaria para continuar operando de manera independiente.
### Resultados Financieros y Estrategia de Crecimiento
Los ingresos totales de Banco Sabadell, medidos a través del margen bruto, alcanzaron los 1.641 millones de euros entre enero y marzo, lo que equivale a un incremento del 13,6% respecto al año anterior. Sin embargo, los ingresos por intereses netos, que son una parte crucial de la rentabilidad bancaria, se situaron en 1.216 millones de euros, mostrando una ligera disminución del 1,3%. Este descenso se debe, en parte, a la implementación de un nuevo impuesto especial a la banca, que ha cambiado su forma de contabilización. En lugar de ser considerado un ingreso, ahora se registra justo antes del beneficio, lo que ha afectado las cuentas del banco.
El impacto de este impuesto ha sido significativo. En el primer trimestre del año pasado, Banco Sabadell pagó 192 millones de euros, mientras que en el mismo periodo de 2025, la cifra se ha reducido a 31 millones, lo que representa solo una cuarta parte de la cantidad total que se espera pagar durante el ejercicio, estimada en 124 millones de euros. Esta reducción en la carga fiscal ha permitido al banco mantener un crecimiento robusto en sus beneficios, a pesar de las presiones externas.
### Contexto de la Opa Hostil y Reacciones del Mercado
La opa de BBVA sobre Banco Sabadell ha alcanzado una fase crítica, especialmente después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) diera su visto bueno a la operación. Inicialmente, esta decisión fue interpretada como un triunfo para BBVA, pero la situación ha cambiado con la reciente decisión del Gobierno de lanzar una consulta pública. Esta consulta tiene como objetivo recabar opiniones de ciudadanos y empresas sobre los posibles riesgos para el «interés general» que podría conllevar la fusión, lo que ha generado incertidumbre en el mercado.
La consulta, que estará abierta hasta el 16 de mayo, ha sido objeto de críticas debido a su formato, que algunos consideran demasiado general y susceptible a errores informáticos. Por ejemplo, se ha señalado que es posible participar varias veces con el mismo DNI o incluso con datos falsos, lo que podría comprometer la validez de los resultados. En este contexto, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, tiene un plazo de 15 días hábiles para decidir si eleva la cuestión al Consejo de Ministros, donde podría imponer nuevas condiciones o endurecer las existentes en función del informe de la CNMC.
La situación actual plantea un escenario de incertidumbre para los accionistas de Banco Sabadell, quienes deben evaluar si la entidad tiene la capacidad de resistir la presión de la opa y continuar su trayectoria de crecimiento. La presentación de resultados sólidos es un paso importante en este sentido, pero el futuro dependerá de cómo se desarrollen las negociaciones y de la respuesta del mercado a las decisiones del Gobierno.
En resumen, Banco Sabadell ha demostrado su capacidad para generar beneficios en un entorno desafiante, pero la presión de la opa de BBVA y las decisiones regulatorias que se avecinan podrían influir en su estrategia a corto y medio plazo. Los próximos meses serán cruciales para determinar si la entidad puede mantener su independencia o si se verá obligada a aceptar la oferta de BBVA.