En el corazón de Cantabria, se encuentra un pequeño municipio que ha sido apodado como ‘el pueblo olvidado de Cantabria’. Cieza, a pesar de su tamaño y de los desafíos demográficos que ha enfrentado, es un lugar que ofrece una rica historia y un entorno natural impresionante. Este artículo explora la esencia de Cieza, su patrimonio cultural y su potencial turístico, convirtiéndolo en un destino que merece ser descubierto.
### Historia y Patrimonio Cultural
La historia de Cieza se remonta a tiempos prerromanos, con vestigios que datan de la Edad del Hierro, evidenciados en el castro del Cueto del Agua. A medida que se avanza en el tiempo, el legado romano se hace evidente a través de los tramos de la calzada que conectaba Pisoraca con Portus Blendium. Esta vía no solo era un importante camino comercial, sino que también servía como una ruta militar estratégica, lo que subraya la importancia de Cieza en la antigüedad.
Durante la Edad Media, el castillo de Cieza, documentado en el siglo XIV, se convirtió en un símbolo de poder y defensa, perteneciendo a Garcilaso I de la Vega. La estructura actual del municipio se formó a partir de diversos caseríos que surgieron en esa época, cada uno con su propia historia y características arquitectónicas. Entre los monumentos destacados se encuentra la iglesia parroquial de Villayuso, construida en el siglo XVIII, que combina elementos góticos y barrocos, y que es un testimonio de la rica herencia cultural de la región.
Además, la necrópolis medieval encontrada en las cercanías, con tumbas de lajas, es un recordatorio de la larga ocupación humana en el valle. La ermita del Carmen, también en Villayuso, es otro ejemplo de la arquitectura religiosa de la zona, con un retablo del siglo XVII que refleja la devoción y el arte popular de la época.
### Un Entorno Natural y Turístico
Cieza no solo es un lugar de historia, sino que también cuenta con un entorno natural impresionante. Situado en la comarca del Besaya y cerca de la Reserva Nacional de Caza del Saja, el municipio ofrece paisajes montañosos que son ideales para el senderismo y otras actividades al aire libre. La belleza de su geografía montañosa, junto con el río Cieza que atraviesa la localidad, crea un ambiente perfecto para quienes buscan escapar del bullicio de la vida urbana.
En los últimos años, Cieza ha comenzado a enfocarse en el turismo rural y natural como una forma de revitalizar su economía. La construcción de la Autovía de la Meseta promete mejorar las conexiones con otras regiones, facilitando el acceso a visitantes que buscan disfrutar de la tranquilidad y la belleza de este rincón cántabro. El lema del municipio, “aut Cieza, aut nihil” (o Cieza, o nada), refleja el orgullo de sus habitantes por su identidad y singularidad.
Los visitantes pueden disfrutar de una inmersión auténtica en la vida rural, donde cada camino y cada piedra cuentan una historia. La hospitalidad de sus habitantes, junto con la oferta de actividades al aire libre, hace de Cieza un destino atractivo para aquellos que buscan una experiencia diferente. Desde paseos por la naturaleza hasta la exploración de su patrimonio histórico, hay algo para todos en este pueblo.
Además, la gastronomía local es otro atractivo que no se debe pasar por alto. Los platos tradicionales, elaborados con ingredientes frescos de la región, ofrecen una experiencia culinaria que complementa la visita. La combinación de historia, naturaleza y cultura hace de Cieza un lugar donde los visitantes pueden desconectar y disfrutar de la esencia de Cantabria.
Cieza, a pesar de ser considerado un pueblo olvidado, es un tesoro escondido que ofrece una rica mezcla de historia, cultura y naturaleza. Con su patrimonio bien conservado y un entorno natural impresionante, este municipio tiene el potencial de convertirse en un destino turístico destacado en Cantabria. La apuesta por el turismo rural y la mejora de las infraestructuras son pasos importantes hacia la revitalización de la localidad, asegurando que su historia y belleza continúen siendo apreciadas por las futuras generaciones.