La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, ha tomado una decisión polémica al anunciar que, si no se llega a un acuerdo con los sindicatos de la Policía Local sobre los turnos de trabajo, se emitirá un decreto que obligará a los agentes a realizar servicios extraordinarios durante la Semana Santa. Esta medida ha generado un intenso debate entre el gobierno municipal y los representantes de los trabajadores, quienes han expresado su descontento con la situación actual.
El gobierno local ha comunicado a los agentes que, en caso de no contar con suficientes voluntarios para cubrir los servicios de seguridad durante la Semana Santa, se verán obligados a recurrir nuevamente al decreto, similar al que se utilizó para la cobertura de la carrera Padre Marcelino. En un escrito enviado a la plantilla, el consistorio reconoce que esta decisión no es bien recibida, pero argumenta que es necesaria para garantizar la seguridad en un evento de gran relevancia para la ciudad.
La alcaldesa ha enfatizado que el decreto es una medida excepcional, adoptada por responsabilidad institucional y debido a la falta de alternativas viables. En este contexto, el gobierno del Partido Popular ha indicado que el nuevo jefe de la Policía Local, que se espera sea nombrado en las próximas semanas, tendrá la tarea de revisar y mejorar los turnos existentes, asegurando que la cobertura de los fines de semana se mantenga y que todos los grandes eventos de la ciudad sean considerados como servicios ordinarios.
La situación se complica aún más debido a la renuncia del anterior jefe de la Policía Local, José Manuel Avilés, en medio de una investigación judicial relacionada con supuestos amaños en oposiciones y promociones dentro del cuerpo. Esto ha dejado la jefatura en un estado interino, lo que añade incertidumbre a la gestión de la Policía Local en un momento crítico.
Desde el Ayuntamiento se ha manifestado la intención de trabajar en conjunto con Recursos Humanos para revisar los complementos salariales y la obligatoriedad de los mismos, buscando mejorar las condiciones laborales de los agentes. Sin embargo, los sindicatos han acordado abstenerse de realizar servicios extraordinarios fuera del cuadrante laboral, lo que ha llevado a una situación de estancamiento en las negociaciones.
El escrito del Ayuntamiento también agradece a aquellos agentes que han decidido participar voluntariamente en los servicios de Semana Santa, a pesar de la disconformidad expresada en asambleas previas. Se hace un llamado a los policías locales para que reconsideren su postura y participen en la cobertura de estos eventos.
Los sindicatos, por su parte, han criticado la postura del gobierno municipal, argumentando que la propuesta de la alcaldesa es inviable y que revertir el modelo de turnos implantado hace un año llevaría a una cobertura precaria durante los fines de semana. Aseguran que la situación actual se ha visto agravada por decisiones que alejan a ambas partes de una solución viable.
El Ayuntamiento ha insistido en que no se cerrará a un diálogo, pero ha establecido límites claros sobre lo que es posible y lo que no. La administración local se ha comprometido a seguir trabajando por una Policía Local moderna y eficaz, pero no a costa de debilitar el servicio de fin de semana, que es fundamental para la seguridad de los ciudadanos.
La controversia en torno a los servicios extraordinarios de la Policía Local de Granada pone de manifiesto la tensión existente entre el gobierno municipal y los representantes de los trabajadores. La falta de acuerdo sobre las condiciones laborales y la organización de los turnos ha llevado a una situación crítica que podría afectar la seguridad durante uno de los eventos más importantes del año en la ciudad. La resolución de este conflicto será crucial para garantizar la seguridad y el bienestar de los granadinos durante la Semana Santa.