En un contexto de creciente presión económica y la necesidad de adaptarse a un mercado en constante cambio, Telefónica ha anunciado la posibilidad de implementar un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que podría afectar a miles de empleados. Este movimiento forma parte de un plan más amplio que busca ahorrar 3.000 millones de euros hasta el año 2030. La compañía ha estado en un proceso de reestructuración durante los últimos 25 años, reduciendo su plantilla en 45.000 empleados desde el año 2000. El último ERE, que se llevó a cabo en 2024, resultó en la salida de aproximadamente 3.400 trabajadores en España. La situación actual, marcada por un aumento de costos y la necesidad de cambiar la estructura organizativa, ha llevado a la dirección de la empresa a considerar un nuevo ajuste en su plantilla.
El CEO de Telefónica, Emilio Gayo, ha indicado que cualquier reestructuración se llevará a cabo en colaboración con los sindicatos, asegurando que se priorizarán las condiciones de los trabajadores. A pesar de que la empresa no ha confirmado oficialmente la implementación de un nuevo ERE, Gayo ha mencionado que el plan de ahorro incluye «todas las opciones posibles». Esto ha generado incertidumbre entre los empleados y los sindicatos, quienes han expresado su preocupación por el impacto que un nuevo ERE podría tener en la fuerza laboral de la compañía.
### La situación financiera de Telefónica y su impacto en la plantilla
La necesidad de un nuevo ERE se enmarca en un contexto financiero complicado para Telefónica. La empresa ha enfrentado un aumento significativo en sus costos operativos, incluyendo gastos relacionados con el espectro, arrendamientos y mano de obra. Estos costos están creciendo a un ritmo más rápido que los ingresos generados por sus servicios de comunicación, lo que ha llevado a la dirección a considerar cambios estructurales para mantener la rentabilidad. Gayo ha subrayado la importancia de centrarse en el largo plazo, advirtiendo que si no se realizan ajustes, los márgenes de la compañía podrían verse seriamente afectados.
La reestructuración propuesta no solo se limita a la reducción de personal, sino que también incluye un redimensionamiento del centro corporativo y de las unidades de negocio globales. El objetivo es simplificar el modelo operativo de la empresa y hacerla más competitiva en un mercado que se vuelve cada vez más desafiante. Aunque los sindicatos aún no han recibido información formal sobre el nuevo ERE, han manifestado su disposición a actuar con firmeza ante cualquier movimiento que pueda afectar a los trabajadores.
### La respuesta de los sindicatos y el futuro de los empleados
Los sindicatos han estado en constante diálogo con la dirección de Telefónica, y tras analizar el Plan Estratégico presentado por la empresa, han dado su visto bueno a la propuesta. Desde Comisiones Obreras (CC OO), se ha destacado que este plan podría llevar a la compañía a ser «más innovadora y competitiva», enfatizando el desarrollo del talento y la apuesta por los profesionales como ejes fundamentales del proyecto. Sin embargo, los representantes sindicales han dejado claro que estarán atentos a cualquier movimiento que pueda implicar reducciones de plantilla, y han prometido actuar con rigor y firmeza si se presentan propuestas que afecten a los trabajadores.
La incertidumbre sobre el futuro de los empleados de Telefónica es palpable. La empresa ha mantenido un historial de negociaciones relativamente positivas con los sindicatos en comparación con otros competidores del sector. En el último ERE, más trabajadores se apuntaron de forma voluntaria que el número de salidas propuestas, lo que sugiere que, a pesar de las dificultades, existe una disposición entre los empleados para encontrar soluciones que minimicen el impacto de la reestructuración.
A medida que Telefónica avanza en su plan de ahorro y reestructuración, la atención se centrará en cómo se desarrollarán las negociaciones con los sindicatos y qué medidas se implementarán para garantizar la sostenibilidad de la empresa sin comprometer el bienestar de sus empleados. La situación actual representa un desafío significativo para la compañía, que deberá equilibrar la necesidad de reducir costos con la responsabilidad de cuidar a su fuerza laboral.
