El puerto de Bilbao, uno de los principales puntos de entrada y salida de mercancías en España, se encuentra en el centro de un debate creciente sobre el impacto de los aranceles en la economía nacional. Un reciente informe de la Cámara de Comercio ha revelado que un significativo 62% de las empresas españolas planean aumentar sus precios en 2026, especialmente en los sectores del comercio y la alimentación. Este aumento de precios se atribuye en gran medida a los aranceles impuestos por Estados Unidos, que han alterado las dinámicas comerciales y las expectativas de ventas en el país.
### Perspectivas de Ventas y Exportaciones
A pesar de la presión que los aranceles ejercen sobre los precios, la mayoría de las empresas españolas se muestra optimista respecto a sus ventas y exportaciones en 2026. Según el estudio presentado por el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, un 49,6% de las empresas prevé un aumento en sus ventas, mientras que un 44,5% espera un incremento en las exportaciones. Este optimismo es notable, considerando que el 27% de las empresas anticipa que sus exportaciones aumentarán en comparación con 2025, especialmente en el sector agroalimentario, donde un 36% de las empresas espera vender más en el exterior.
El informe destaca que, a pesar de los aranceles, España sigue siendo un país competitivo. Bonet subrayó que, aunque los aranceles son una mala noticia, también pueden abrir oportunidades para las empresas que buscan diversificar sus mercados. Raúl Mínguez, director de Estudios de la Cámara, explicó que, aunque los aranceles han llevado a un aumento de precios y una caída en las ventas hacia EE.UU., su impacto es relativamente limitado, dado que solo representan el 5% del total de las exportaciones españolas.
### Riesgos Económicos y Políticos
Sin embargo, la incertidumbre política se ha consolidado como el principal riesgo percibido por las empresas para la economía española. Un 41% de las compañías encuestadas identificaron la situación política como su mayor preocupación, superando a otros factores como los precios de la energía (28%) y las tensiones geopolíticas internacionales (26%). Este clima de incertidumbre puede afectar negativamente tanto la inversión como el consumo, lo que a su vez podría repercutir en el crecimiento económico del país.
Bonet también hizo hincapié en que el aumento de los costes laborales y la presión fiscal son preocupaciones reales para las empresas, especialmente en un país donde predominan las pequeñas y medianas empresas (pymes). Muchas de estas empresas se ven limitadas en su capacidad de inversión y expansión internacional debido a la carga de impuestos y cotizaciones sociales.
La situación actual plantea un desafío significativo para las empresas españolas, que deben navegar en un entorno económico complejo marcado por la presión de los aranceles y la incertidumbre política. A medida que se acercan a 2026, será crucial que las empresas encuentren formas de adaptarse a estas condiciones cambiantes para mantener su competitividad y crecimiento en el mercado global.