El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, ha hecho un llamado contundente al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, instándolo a implementar un control más estricto sobre las licencias de emisión televisiva y a llevar a cabo una reforma del poder judicial que no cuente con la participación del Partido Popular (PP). Durante una mesa redonda celebrada en la Universidad de Otoño de Podemos, Iglesias enfatizó la necesidad de despolitizar la justicia y poner fin al fenómeno del ‘lawfare’, que se refiere al uso de la ley como herramienta de persecución política.
Iglesias, quien ahora dirige el canal de televisión Canal Red, subrayó que el PSOE debe actuar con determinación para frenar a la derecha y a la ultraderecha, así como para combatir el ‘lawfare’. «Si queréis que en este país no se sientan tranquilos e impunes los que incumplen su propia ley para reventar adversarios políticos, podréis contar con nosotros», afirmó, dejando claro que Podemos está dispuesto a colaborar, pero bajo ciertas condiciones.
### La Necesidad de Medios Propios
Uno de los puntos más destacados de la intervención de Iglesias fue la crítica a la falta de medios de comunicación propios por parte de la izquierda. Según él, una izquierda sin poder mediático está condenada a perder. «Una izquierda sin dispositivos mediáticos propios es una izquierda que va a la guerra en chanclas y que no tiene ninguna posibilidad de ganar», advirtió. Esta afirmación resuena con la idea de que los grandes medios de comunicación, controlados por conglomerados empresariales y la Conferencia Episcopal, moldean la narrativa política y limitan la capacidad de la izquierda para competir en el ámbito mediático.
Iglesias recordó que durante su tiempo al frente de Podemos, los medios como Prisa y laSexta intentaron influir en la dinámica interna del partido, lo que casi llevó a su colapso. Esta experiencia refuerza su argumento de que es esencial que la izquierda desarrolle sus propios canales de comunicación para poder contrarrestar la narrativa impuesta por la derecha.
La mesa redonda también contó con la participación de Sarah Santaolalla, quien describió a Podemos como el «paciente cero» del ‘lawfare’ en España. Santaolalla denunció que hacer política de izquierda en el país se ha vuelto extremadamente peligroso, y que los medios de comunicación a menudo blanquean a grupos que ejercen violencia fascista. Su testimonio personal sobre la persecución que ha sufrido por sus ideas resalta la gravedad de la situación.
### La Lucha Contra el Lawfare
El término ‘lawfare’ se refiere a la utilización de procesos judiciales para deslegitimar y atacar a adversarios políticos. Durante la mesa redonda, varios participantes discutieron cómo este fenómeno se manifiesta en diferentes contextos políticos de América Latina. Florencia Carignano, diputada argentina, mencionó la situación de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien enfrenta persecución judicial en su país. Carignano enfatizó que la democracia se ejerce también en la calle, y que la movilización popular es crucial para defender a líderes perseguidos.
Joana Mortagua, diputada del Bloco de Esquerdas en Portugal, aportó ejemplos de cómo el ‘lawfare’ ha afectado a figuras políticas en su país y en Brasil, como el ex juez Sergio Moro, quien encarceló al ex presidente Lula da Silva. Mortagua subrayó que la separación de poderes es fundamental para una democracia sana y que esta no se logra únicamente a través de los tribunales, sino desde la política.
Gabriela Montaño, ex ministra de Sanidad de Bolivia, también abordó el tema del ‘lawfare’, señalando que su objetivo es eliminar a los adversarios políticos y deslegitimar la protesta social. Montaño describió cómo en su país se criminaliza a los líderes indigenistas y campesinos, lo que refleja una tendencia más amplia en la región donde las fuerzas de la derecha buscan silenciar a la oposición mediante tácticas judiciales.
La discusión en la mesa redonda dejó claro que la lucha contra el ‘lawfare’ es un desafío común para muchas fuerzas progresistas en el mundo. La necesidad de construir medios de comunicación propios y de establecer un marco legal que proteja a los políticos de la persecución judicial se presenta como una prioridad para aquellos que buscan una democracia más justa y equitativa.
Iglesias concluyó su intervención enfatizando que Podemos está dispuesto a colaborar en la lucha contra la derecha y el ‘lawfare’, pero que esto requiere valentía y determinación por parte del PSOE. La llamada a la acción de Iglesias resuena en un contexto donde la política española se enfrenta a desafíos significativos, y donde la capacidad de la izquierda para organizarse y comunicarse efectivamente será crucial para su futuro.