La reciente crisis del programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía ha puesto de manifiesto problemas estructurales en el sistema sanitario público de la región. Este incidente no es solo un error administrativo, sino un reflejo de un modelo de salud que ha estado bajo presión durante años. La situación actual exige una reflexión profunda sobre el futuro de la sanidad pública en Andalucía y la necesidad de un cambio radical en su gestión.
La Junta de Andalucía ha enfrentado críticas severas tras la revelación de fallos en el programa de cribado de cáncer de mama. Miles de mamografías no fueron realizadas correctamente, y muchas mujeres no recibieron la información necesaria sobre sus resultados. Este tipo de negligencias no son incidentes aislados, sino que son síntomas de un sistema que ha dejado de priorizar lo público como un bien común. En lugar de ello, se ha ido cediendo a una lógica de negocio que prioriza la rentabilidad sobre la atención al paciente.
### Un Sistema Sanitario en Crisis
Desde hace más de siete años, la sanidad pública andaluza ha sufrido recortes presupuestarios significativos, lo que ha llevado a la pérdida de profesionales y a la precarización de las condiciones laborales. La externalización de servicios y la colaboración público-privada han sido presentadas como soluciones, pero en la práctica han resultado en una disminución de la calidad de la atención. Las unidades de salud se han cerrado, las listas de espera se han alargado y la atención primaria está desbordada. Esta situación ha llevado a muchos pacientes a buscar atención en el sector privado, donde la calidad y la rapidez son más garantizadas.
La crisis del cribado de cáncer de mama es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando se desprotege lo común. Cuando se gestiona la sanidad como un problema de números y no de personas, los resultados son devastadores. La falta de recursos y el abandono de los profesionales sanitarios han creado un ambiente donde la atención al paciente se convierte en una mera estadística. La gestión eficaz no puede confundirse con la gestión externalizada, que a menudo resulta en un servicio de menor calidad.
### La Necesidad de un Cambio de Modelo
El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha intentado abordar la crisis cesando a la consejera de Salud y prometiendo una renovación profunda del sistema sanitario. Sin embargo, muchos críticos argumentan que esto no es suficiente. No se trata solo de cambiar nombres, sino de transformar el modelo de atención sanitaria. La pregunta fundamental es: ¿qué tipo de sanidad queremos para Andalucía? ¿Una sanidad accesible para todos o una que dependa de la capacidad de pago de cada individuo?
La crisis actual debería ser vista como una oportunidad para abrir un debate honesto sobre el futuro de la sanidad pública. Es esencial que se planteen preguntas difíciles: ¿Estamos dispuestos a defender lo público, incluso si eso implica asumir costes políticos o presupuestarios? ¿Qué significa realmente una sanidad universal si no es accesible en tiempo y condiciones? La respuesta a estas preguntas determinará el rumbo de la sanidad en Andalucía en la próxima década.
La sanidad pública andaluza merece más que un simple cambio de nombres; necesita un cambio de lógica. Es fundamental que se priorice un compromiso público real, sostenible y justo, que no dependa del azar ni del privilegio. La sanidad debe ser un derecho garantizado para todos, no un negocio para unos pocos. La crisis del cribado de cáncer de mama es un llamado a la acción, una oportunidad para reconstruir desde lo común y asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a una atención sanitaria de calidad.