La situación en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes de desplazamiento forzado, un fenómeno que ha sido calificado por expertos como «sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial». La población de Gaza, que enfrenta una guerra prolongada, se encuentra atrapada en un ciclo de desplazamientos masivos, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar de sus habitantes. Según informes de la ONU, aproximadamente el 90% de los residentes de Gaza han sido desplazados de sus hogares en los últimos dos años, mientras que las fronteras permanecen prácticamente cerradas, limitando las opciones de escape para quienes buscan refugio.
La ofensiva militar de Israel ha llevado a la emisión de órdenes de evacuación que han resultado en movimientos masivos de población. Estas órdenes, que Israel justifica como medidas para proteger a los civiles, han sido criticadas por organizaciones de derechos humanos que las consideran un desplazamiento forzado. Historiadores y académicos especializados en conflictos han señalado que la falta de lugares seguros a los que trasladarse y los repetidos desplazamientos dentro de una zona tan pequeña y densamente poblada son extremadamente inusuales.
### La Realidad del Desplazamiento en Gaza
La experiencia de los desplazados en Gaza es desgarradora. En promedio, las familias han sido forzadas a mudarse seis veces durante el conflicto, con algunas llegando a desplazarse hasta 19 veces. La enfermera Soha Musleh, madre de dos niños pequeños, ha experimentado esta realidad de primera mano, siendo desplazada de un lugar a otro a medida que las operaciones militares israelíes se expanden. La situación se ha vuelto tan crítica que muchos gazatíes se ven obligados a huir de un lugar inseguro a otro, sin un destino claro o seguro al que dirigirse.
Dawn Chatty, profesora de Antropología y Migración Forzada en la Universidad de Oxford, ha destacado que el desplazamiento en Gaza es único no solo por el número de personas afectadas, sino también por las condiciones en las que se produce. Los gazatíes no tienen adónde ir, lo que agrava su sufrimiento. Las órdenes de evacuación emitidas por Israel han llevado a la creación de zonas designadas como «humanitarias», que a menudo son bombardeadas, lo que pone en duda la seguridad de estas áreas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han defendido sus acciones, afirmando que las evacuaciones se llevan a cabo para proteger a los civiles y que operan de acuerdo con el derecho internacional. Sin embargo, muchos expertos y organizaciones de derechos humanos han cuestionado la legalidad de estas evacuaciones, argumentando que no cumplen con los criterios establecidos para una evacuación legal y que constituyen un crimen de guerra.
### Impacto Demográfico y Condiciones de Vida
El impacto del desplazamiento forzado en Gaza es evidente en las imágenes satelitales que muestran campamentos de tiendas de campaña y refugios improvisados en diversas áreas. Por ejemplo, el barrio de Ciudad de Hamad, que fue designado como parte de la «zona humanitaria», ha visto un aumento dramático en la población de tiendas de campaña, solo para ser desalojado nuevamente tras las órdenes de evacuación. Esta situación ha llevado a un ciclo de repoblación y desalojo que ha dejado a muchos sin un lugar seguro para vivir.
Las condiciones de vida en Gaza son extremadamente precarias. Con más del 80% de la Franja bajo control militar israelí o bajo órdenes de evacuación, el espacio habitable se ha reducido drásticamente. La ONU estima que las condiciones de hacinamiento son severas, con personas viviendo en espacios de medio metro cuadrado por persona, lo que equivale a que 40 personas compartan una habitación de 4 x 5 metros. Aunque existen cocinas comunitarias y clínicas de campaña, la creciente demanda de servicios humanitarios ha superado la capacidad de respuesta, lo que ha llevado a acusaciones de obstrucción sistemática por parte de Israel en la entrada de alimentos y ayuda humanitaria.
La situación en Gaza recuerda a la Nakba, el evento de 1948 que resultó en el desplazamiento de cientos de miles de palestinos. Muchos de los actuales desplazados son descendientes de aquellos que huyeron o fueron expulsados durante la creación del Estado de Israel. Husam Zomlot, jefe de la Misión Palestina en el Reino Unido, ha señalado que los gazatíes son conscientes de la historia y temen que, al evacuar, nunca podrán regresar a sus hogares. Esta percepción de desplazamiento intencional ha llevado a una creciente desesperación entre la población.
La comunidad internacional ha sido criticada por su falta de presión sobre Israel y Egipto para abrir las fronteras y permitir la salida de los desplazados. La incapacidad de la población civil para abandonar la zona de conflicto ha sido señalada como un factor que agrava la crisis humanitaria. A medida que la guerra continúa, el número de muertos y heridos sigue aumentando, y las condiciones de vida en Gaza se deterioran aún más.
La ONU ha informado que desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, más de 66,000 personas han muerto y unas 170,000 han resultado heridas. Además, se estima que aproximadamente el 92% de las viviendas en Gaza han sido dañadas o destruidas, lo que ha llevado a un aumento en el número de personas desplazadas y a una crisis humanitaria sin precedentes. La situación actual en Gaza es un recordatorio doloroso de las consecuencias devastadoras de los conflictos armados y la necesidad urgente de una solución pacífica y duradera.