Con la llegada del mes de octubre, los días se acortan, el verano se despide y la rutina vuelve a instalarse en la vida cotidiana. Como cada año, también se acerca el momento del cambio de hora en España, un ajuste que marca el inicio del horario de invierno y que continúa generando debate social, político y científico. Este año, el cambio al horario de invierno se producirá durante la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre de 2025. A las 03:00 horas (hora peninsular), los relojes deberán atrasarse una hora, volviendo a marcar las 02:00 horas. En el caso de las Islas Canarias, el cambio se hará a las 02:00 horas, que pasarán a ser la 01:00. Es decir, ese domingo tendrá oficialmente 25 horas.
¿Por qué se cambia la hora? El cambio horario en España está regulado por una directiva europea, en principio con el objetivo de aprovechar mejor la luz natural y reducir el consumo energético. La medida afecta a todos los países miembros de la Unión Europea, aunque desde hace años está sobre la mesa la posibilidad de eliminar este ajuste bianual. El Parlamento Europeo ya se pronunció en 2019 a favor de suprimir los cambios de hora, permitiendo a los países elegir entre mantener el horario de verano o el de invierno. Sin embargo, la decisión definitiva sigue aplazándose, y en la práctica, España continúa aplicando el cambio estacional. Este octubre, como ocurre cada año, el Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge la obligación de atrasar los relojes, manteniendo la costumbre mientras no exista una normativa europea firme que establezca lo contrario.
Un debate que sigue abierto. El cambio de hora no está exento de controversia. Numerosos expertos en cronobiología y salud defienden que el horario de invierno es el más adecuado para el organismo humano, ya que se ajusta mejor al ritmo solar y al reloj biológico natural. Por otro lado, muchos ciudadanos prefieren el horario de verano, que permite disfrutar de más luz por la tarde. En este contexto, se han generado dos bandos irreconciliables: los defensores del horario fijo de invierno, por su impacto positivo en la salud, y los partidarios del de verano, por su vinculación con el ocio, el turismo y la actividad económica.
¿Cuáles son los efectos del cambio de hora? El impacto sobre la salud es uno de los argumentos principales para acabar con el cambio horario. Diversos estudios señalan que el ajuste puede provocar trastornos del sueño, fatiga, irritabilidad e incluso un ligero aumento del riesgo cardiovascular en los días posteriores. A nivel social, muchas personas aseguran sentirse desorientadas durante las primeras jornadas tras el cambio. Aun así, al tratarse de una hora extra de sueño, el paso al horario de invierno suele ser mejor tolerado que el de primavera, cuando se adelanta el reloj y se “pierde” una hora.
En cuanto a la eficiencia energética, uno de los pilares sobre los que se sustentó históricamente esta medida, los beneficios reales son cada vez más discutidos. Con la evolución tecnológica, el uso de iluminación artificial y la climatización han reducido notablemente el supuesto ahorro que justificaba el cambio de hora. España y su huso horario peculiar. Otro punto recurrente en este debate es el huso horario que España mantiene desde 1940, cuando el país adoptó el horario central europeo (el mismo que Berlín) en lugar del que le correspondería por su posición geográfica (el de Londres o Lisboa). Este desajuste, unido al cambio estacional, genera incongruencias horarias que afectan especialmente a los ritmos laborales y escolares. Cada vez más voces reclaman una revisión integral del horario en España, no solo respecto al cambio de hora, sino también en cuanto a la racionalización de los horarios laborales y escolares.
Por ahora, no existe una decisión definitiva sobre si España mantendrá o eliminará el cambio de hora en los próximos años. La Comisión Europea sigue dejando el tema en manos de los gobiernos nacionales, pero el contexto político, energético y climático podría acelerar nuevas decisiones en un futuro próximo. De momento, el próximo 26 de octubre, todos los españoles deberán ajustar sus relojes una hora atrás. Un pequeño gesto con grandes implicaciones en nuestro cuerpo, rutina y hábitos.