A partir del 8 de abril de 2026, el Ejército belga comenzará a patrullar las calles de Bruselas en colaboración con la Policía federal. Esta medida busca hacer frente a la creciente criminalidad relacionada con el narcotráfico en la capital europea. La decisión se ha tomado en un contexto de alarmante aumento de la violencia y el uso de armas pesadas en los enfrentamientos entre bandas delictivas.
La elección de la fecha coincide con la entrada en vigor de un nuevo Código Penal, que se espera que proporcione un marco legal más robusto para las operaciones de seguridad. Las autoridades han identificado varios barrios problemáticos, como Clémenceau y Peterbos en Anderlecht, así como Molenbeek, donde la situación se ha vuelto crítica. En estos lugares, las bandas de narcotraficantes luchan por el control de territorios altamente rentables, lo que ha llevado a un aumento en los tiroteos y la violencia.
### La Realidad del Narcotráfico en Bruselas
La situación en Bruselas ha sido objeto de atención internacional, especialmente tras incidentes violentos que han dejado a la comunidad en estado de alerta. Un ejemplo notable ocurrió el 5 de febrero, cuando dos jóvenes encapuchados abrieron fuego en la estación de metro Clémenceau, un área conocida por su actividad delictiva. Este tipo de violencia no es aislado; en 2024, se registraron 92 tiroteos relacionados con el narcotráfico, con un saldo trágico de nueve muertes y numerosos heridos.
Las bandas criminales, muchas de las cuales están compuestas por jóvenes de origen marroquí, han establecido puntos de venta de drogas en zonas estratégicas de la ciudad. Estos puntos atraen a cientos de compradores diariamente, lo que convierte a la venta de drogas en un negocio extremadamente lucrativo. La violencia entre estas bandas ha escalado, con el uso de armas de fuego que provienen en gran parte del mercado negro, especialmente de la antigua Yugoslavia. Bruselas se ha convertido en un punto caliente para la circulación de armas en Europa, lo que agrava aún más la situación de seguridad.
La respuesta de las autoridades ha sido insuficiente hasta ahora. A pesar de los esfuerzos de la justicia, que han llevado a numerosas condenas, la violencia persiste. En un intento por controlar la situación, se han implementado «puntos calientes» en áreas conflictivas, donde se realizan controles de identidad y se prohíbe el acceso a no residentes. Sin embargo, estas medidas han tenido un impacto limitado en la reducción de la criminalidad.
### Despliegue Militar y Marco Legal
El despliegue de soldados en las calles de Bruselas ha sido una decisión controvertida. Los ministros del Interior y de Defensa han señalado que la intervención militar es necesaria para abordar la crisis del narcotráfico. Sin embargo, la implementación de esta medida está sujeta a la aprobación de un nuevo Código Militar, que aún debe ser debatido en el Parlamento. Este código es crucial, ya que definirá las competencias de los soldados en situaciones de conflicto con los narcotraficantes.
El ministro de Defensa ha enfatizado la necesidad de que los soldados tengan la capacidad de intervenir, lo que incluye la posibilidad de registrar a personas, solicitar documentos de identidad y, si es necesario, realizar detenciones. Sin un marco legal claro, la presencia militar podría ser más peligrosa que beneficiosa. La falta de claridad sobre las competencias de los soldados podría llevar a situaciones de riesgo tanto para los militares como para la población civil.
La situación en Bruselas es un reflejo de un problema más amplio que afecta a muchas ciudades europeas, donde el narcotráfico y la violencia asociada han alcanzado niveles alarmantes. La colaboración entre las fuerzas de seguridad y el ejército podría ser un paso hacia la restauración del orden, pero también plantea preguntas sobre el uso de la fuerza y los derechos civiles en un contexto de creciente militarización de la seguridad pública.
El futuro de esta iniciativa dependerá de la capacidad del gobierno para implementar un marco legal que permita a los soldados actuar de manera efectiva y segura. La comunidad espera que estas medidas no solo reduzcan la violencia, sino que también aborden las causas subyacentes del narcotráfico, como la pobreza y la falta de oportunidades en los barrios más afectados. La lucha contra el narcotráfico en Bruselas es un desafío complejo que requerirá un enfoque integral y sostenido para lograr resultados duraderos.