El 8 de septiembre de 2025 marca el inicio del curso escolar en Cantabria, un momento que debería ser de celebración y reencuentro para miles de estudiantes y familias. Sin embargo, este año, el ambiente está cargado de tensión debido a una huelga convocada por la Junta de Personal Docente, que ha generado incertidumbre en la comunidad educativa. A pesar de estas dificultades, el consejero de Educación, Sergio Silva, ha reafirmado su compromiso de garantizar el desarrollo normal de las clases, desafiando las presiones sindicales y defendiendo la estabilidad en el sistema educativo.
### Contexto de la Huelga Docente
La huelga, que se llevará a cabo en varias fases, comenzó el mismo día del inicio del curso y se extenderá a lo largo de la semana, afectando a diferentes niveles educativos. La Junta de Personal Docente ha convocado paros en Infantil y Primaria los días 8 y 9 de septiembre, y en Secundaria los días 11 y 12, con la intención de protestar por las condiciones laborales y salariales de los docentes. Este clima de tensión no es nuevo; en años anteriores, como en 2017, la destitución de un consejero generó un vacío que perjudicó a la comunidad educativa. Silva ha recordado este precedente, argumentando que la inestabilidad solo perjudica a los estudiantes y a las familias.
El consejero ha manifestado su intención de no dimitir ante las presiones, afirmando que su responsabilidad es buscar soluciones realistas y no ceder ante el tacticismo político. «La educación no puede ser rehén del oportunismo sindical», ha declarado, enfatizando que su compromiso es con la calidad educativa y el bienestar de los alumnos. Silva ha señalado que la educación va más allá de los salarios y que es fundamental mantener un equilibrio presupuestario que beneficie a todos los ciudadanos.
### Compromisos del Gobierno Regional
A pesar de la huelga, el Gobierno de Cantabria ha asegurado que las clases se desarrollarán con normalidad en la mayoría de los centros educativos. Este compromiso se traduce en varias mejoras implementadas para el nuevo curso, como la reducción de ratios a 20 alumnos por aula en 3º de Primaria, la implementación de nuevos protocolos contra el acoso escolar, y el refuerzo de la formación profesional y la educación inclusiva. Estas medidas buscan no solo mejorar la calidad educativa, sino también ofrecer un entorno más seguro y equitativo para todos los estudiantes.
El consejero ha subrayado que el Ejecutivo regional está comprometido con la educación pública y que su objetivo es reforzarla desde la equidad y la innovación. Silva ha hecho un llamado a la responsabilidad, tanto de los sindicatos como de la comunidad educativa, para trabajar juntos en la construcción de un sistema educativo que beneficie a todos. «Tenemos un proyecto, un equipo y una responsabilidad con los 120.000 cántabros que votaron por el cambio en 2023», ha afirmado, destacando la importancia de la estabilidad institucional en estos momentos críticos.
La situación actual en Cantabria refleja un desafío no solo para el Gobierno, sino también para las familias y los estudiantes que buscan un inicio de curso sin contratiempos. La huelga, aunque legítima en sus demandas, introduce un elemento de incertidumbre que podría afectar el rendimiento académico y la adaptación de los alumnos a la nueva rutina escolar. Los padres y madres se encuentran en una posición complicada, tratando de equilibrar sus expectativas con la realidad de un inicio de curso marcado por la protesta.
En este contexto, el Gobierno ha prometido que los servicios educativos funcionarán con normalidad y que se tomarán medidas para minimizar el impacto de la huelga en la educación de los estudiantes. La firmeza del consejero Silva y su disposición a dialogar con los sindicatos, aunque sin ceder a presiones, son elementos clave en la búsqueda de una solución que beneficie a todos los involucrados.
La educación es un pilar fundamental para el desarrollo de cualquier sociedad, y en Cantabria, el Gobierno regional está decidido a mantener su compromiso con la calidad educativa, a pesar de los desafíos que se presentan. La situación actual es un recordatorio de la importancia de la colaboración entre todas las partes involucradas en el proceso educativo, desde los docentes hasta las familias y las autoridades educativas. La esperanza es que, a pesar de las dificultades, se logre un inicio de curso que permita a los estudiantes centrarse en su aprendizaje y desarrollo personal.