La Lucha de los Bomberos Forestales en Tiempos de Crisis

En medio de una devastadora ola de incendios que ha arrasado más de 115,000 hectáreas en España durante el mes de agosto, los bomberos forestales se encuentran en el centro de una crisis que no solo afecta al medio ambiente, sino también a las condiciones laborales de estos valientes profesionales. A pesar de ser la primera línea de defensa contra el fuego, los bomberos forestales enfrentan jornadas laborales extenuantes, condiciones precarias y una falta de recursos alarmante.

**Condiciones Laborales Desafiantes**
Los testimonios de los bomberos forestales revelan una realidad preocupante. Sergio Fidalgo, un bombero forestal de la comarca de El Bierzo en León, ha denunciado que las jornadas laborales a menudo superan las 14 horas, llegando en ocasiones hasta las 21 horas. Esto contraviene los límites legales establecidos, que fijan un máximo de 12 horas. Además, los tiempos de descanso son insuficientes. Fidalgo explica que, aunque se prometen 10 horas de descanso entre turnos, estas se cuentan desde que finaliza el incendio, lo que deja a muchos trabajadores con apenas 6 o 7 horas de sueño antes de volver a la acción.

La falta de organización y recursos ha sido un tema recurrente en las quejas de los bomberos. En situaciones de emergencia, algunos han tenido que alojarse en hoteles, mientras que otros han dormido en pabellones, directamente en el suelo, para luego enfrentarse a temperaturas extremas durante sus labores. Durante la temporada de verano, cuando no están combatiendo incendios, estos profesionales también realizan tareas agrícolas, lo que agrava su agotamiento. Fidalgo menciona que después de trabajar en condiciones difíciles, es casi imposible mantener un rendimiento óptimo en la lucha contra el fuego.

**Salarios y Precariedad Laboral**
La situación económica de los bomberos forestales es igualmente alarmante. El salario medio durante la temporada de incendios oscila entre 1,200 y 1,400 euros al mes, aunque en situaciones excepcionales, como el actual incendio en León, puede alcanzar hasta 2,200 euros. Sin embargo, esto se debe a las excesivas horas acumuladas, lo que plantea la pregunta de si realmente están siendo compensados adecuadamente por el riesgo que asumen.

La inestabilidad laboral es otro de los problemas que enfrentan. Más del 60% de la plantilla tiene contratos fijos discontinuos, lo que significa que son despedidos al finalizar la temporada de incendios, el 12 de octubre. Esto deja a muchos trabajadores con solo unos meses de empleo al año, ya que la temporada comienza el 12 de junio. Durante el invierno, aquellos que permanecen en el servicio reciben nóminas de aproximadamente 800 euros, y los días de lluvia no se pagan, lo que se registra como «faltas injustificadas».

Los sindicatos han comenzado a alzar la voz en defensa de los derechos de estos trabajadores. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha criticado los salarios insuficientes en relación al riesgo que enfrentan, mientras que Comisiones Obreras (CC.OO.) ha propuesto la creación de cuadrillas con turnos rotativos para mejorar la gestión de recursos humanos. Por su parte, la Unión General de Trabajadores (UGT) ha anunciado acciones legales por lo que consideran una vulneración de derechos.

**Reacciones y Demandas de Cambios**
La situación ha llevado a los bomberos forestales a sentirse desamparados. A pesar de que algunos sindicatos han comenzado a atender sus demandas, enfrentarse a grandes empresas que gestionan sus contratos es un desafío constante. Fidalgo ha expresado que, aunque se han hecho esfuerzos por mejorar las condiciones, la falta de cumplimiento de los acuerdos previos sigue siendo un problema.

La crisis de incendios en España ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de reformar el sistema de contratación y las condiciones laborales de los bomberos forestales. La privatización del servicio, donde cada cuadrilla pertenece a empresas distintas que compiten en subastas cada tres años, ha generado una inestabilidad que afecta no solo a los trabajadores, sino también a la eficacia en la lucha contra los incendios.

La situación actual ha llevado a un llamado a la acción por parte de los sindicatos y de la sociedad en general. La falta de recursos y la precariedad laboral no solo son injustas, sino que también ponen en riesgo la seguridad de los bomberos forestales y, por ende, la de toda la población. Es imperativo que se tomen medidas para garantizar condiciones laborales dignas y seguras para quienes arriesgan sus vidas para proteger el medio ambiente y las comunidades.

En este contexto, es fundamental que la sociedad reconozca la labor de los bomberos forestales no solo en tiempos de crisis, sino durante todo el año. No se trata de héroes, sino de trabajadores que merecen ser bien remunerados y tener derechos laborales garantizados. La lucha por mejores condiciones es una responsabilidad compartida que debe ser atendida con urgencia.