La industria conservera ha sido un pilar fundamental en la economía de muchas regiones costeras, especialmente en España, donde la tradición y la calidad de los productos del mar son reconocidos a nivel mundial. Recientemente, Jesús Gómez, nuevo CEO de Grupo Consorcio, ha compartido su visión sobre el futuro de esta industria, destacando tanto los desafíos como las oportunidades que se presentan en un mercado en constante evolución.
### La Importancia de la Sostenibilidad en la Industria Conservera
Uno de los temas más relevantes que Gómez ha abordado es la sostenibilidad. En un contexto donde el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos marinos son preocupaciones crecientes, la industria conservera se enfrenta al reto de adaptarse y encontrar soluciones que aseguren la viabilidad de sus operaciones a largo plazo. Según Gómez, «la sostenibilidad es un pilar fundamental y un reto constante». Esto implica no solo la gestión responsable de los recursos pesqueros, sino también la reducción de la huella ambiental de las operaciones.
La industria debe implementar prácticas que garanticen la sostenibilidad de las materias primas utilizadas. Esto incluye la certificación de los productos como sostenibles, lo que no solo beneficia al medio ambiente, sino que también responde a una demanda creciente por parte de los consumidores que valoran la responsabilidad social y ambiental de las marcas que eligen.
Además, Gómez señala que la adaptación a los efectos del cambio climático es crucial. La disponibilidad y calidad de las materias primas se ven afectadas por estos cambios, lo que obliga a las empresas a ser proactivas en la búsqueda de soluciones innovadoras. La inversión en tecnologías que permitan una producción más eficiente y menos contaminante se convierte en una necesidad imperante.
### Innovación y Diversificación: Claves para el Crecimiento
La innovación es otro de los pilares que Gómez considera esencial para el crecimiento de Grupo Consorcio y, por extensión, de la industria conservera. La empresa ha mantenido un compromiso constante con la investigación y el desarrollo, buscando no solo mejorar la calidad de sus productos, sino también diversificar su oferta. Esto incluye la exploración de nuevas categorías de conservas del mar, además de la tradicional anchoa y bonito.
Gómez menciona que «la vocación exportadora es una de nuestras principales señas de identidad desde el nacimiento de la compañía». Actualmente, Grupo Consorcio exporta a 42 países, y una parte significativa de su facturación proviene de la venta de anchoas. Sin embargo, el CEO también reconoce que hay un gran potencial para crecer en mercados donde el producto aún es relativamente desconocido. Esto representa una oportunidad no solo para aumentar las ventas, sino también para educar a los consumidores sobre la calidad y el valor de las conservas del mar.
La empresa ha comenzado a establecer filiales en mercados estratégicos, como Italia, donde ya han logrado un crecimiento significativo. La hoja de ruta de Grupo Consorcio incluye la expansión hacia otros países como Estados Unidos, Reino Unido, México y Francia, lo que demuestra su ambición de consolidar su presencia internacional.
### Desafíos Regulatorios y Competitivos
A pesar de las oportunidades, la industria conservera también enfrenta desafíos significativos. Gómez destaca la importancia de un marco legal e institucional estable que incentive la inversión. La regulación europea, aunque necesaria para garantizar la calidad y la sostenibilidad, a menudo puede ser un obstáculo para las empresas locales, especialmente cuando se compara con las importaciones de fuera de Europa que no siempre están sujetas a los mismos estándares.
La volatilidad de los precios de las materias primas es otro desafío que afecta a la industria. La fluctuación en los costos puede impactar directamente en la rentabilidad de las empresas, lo que hace necesario un apoyo institucional que permita a las compañías adaptarse a estas variaciones. Gómez aboga por planes de desarrollo y ayudas que reconozcan la importancia estratégica de la industria conservera, que no solo genera empleo, sino que también aporta valor añadido a muchas comunidades costeras.
### La Evolución del Consumidor y el Mercado
La percepción del consumidor hacia las conservas ha evolucionado en los últimos años. Lo que antes se consideraba un producto de uso cotidiano ha pasado a ser visto como un alimento gourmet. Esta transformación en la percepción del consumidor presenta una oportunidad única para la industria. La tendencia hacia la conveniencia en la cocina, donde cada vez se cocina menos en casa, puede ser aprovechada por las empresas conserveras para posicionar sus productos como opciones de alta calidad y fáciles de preparar.
Gómez también menciona el potencial de marcas como ‘Anchoa de Santoña’, que podrían ser bien aceptadas por los consumidores, dado su legado de calidad y tradición. La creación de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) para la anchoa podría ser un paso importante para fortalecer la marca y proteger los intereses de los productores locales.
### Compromiso con la Comunidad y el Talento
Finalmente, el compromiso con la comunidad y el desarrollo del talento humano son aspectos que Gómez considera vitales para el futuro de Grupo Consorcio. La empresa, que emplea a más de 900 personas en todo el mundo, busca crear un entorno laboral que fomente la estabilidad y la motivación. La atracción y retención de talento son esenciales, especialmente en un sector que enfrenta un relevo generacional.
Gómez enfatiza que la relación con las comunidades locales y el compromiso con la sostenibilidad no solo benefician a la empresa, sino que también contribuyen al bienestar de las regiones donde opera. La industria conservera tiene la responsabilidad de ser un agente de cambio positivo, promoviendo prácticas que beneficien tanto al medio ambiente como a las personas.
En resumen, la industria conservera se encuentra en un momento crucial de su historia. Con líderes como Jesús Gómez al timón, hay un enfoque renovado en la sostenibilidad, la innovación y el compromiso con la comunidad. A medida que la industria navega por estos desafíos y oportunidades, el futuro parece prometedor, siempre que se mantenga un enfoque en la calidad y la responsabilidad social.