La crisis de las personas sin hogar en Granada ha alcanzado niveles alarmantes, lo que ha llevado a la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Raquel Ruz, a exigir medidas inmediatas al gobierno local. En un contexto donde la dignidad y los derechos de más de 300 personas que viven en la calle están en juego, la situación se ha vuelto insostenible, especialmente tras el reciente fallecimiento de una persona en la calle, elevando a 13 el número de muertes desde el verano pasado.
### La Realidad de las Personas Sin Hogar en Granada
La problemática de las personas sin hogar en Granada no es nueva, pero ha cobrado una relevancia crítica en los últimos meses. La falta de recursos adecuados y la inacción del Ayuntamiento han sido señaladas como las principales causas de esta crisis. Raquel Ruz ha denunciado que el único centro de acogida de alta tolerancia en la ciudad, ubicado en la Calle Aranda, es insuficiente, ya que solo cuenta con 10 hamacas y 13 sillas para dormir. Esta situación es inaceptable, considerando que más de 300 personas dependen de este recurso.
La portavoz del PSOE ha subrayado que la apertura de un albergue climático, que debería ofrecer refugio a las personas sin hogar, ha sido discriminatoria. Este albergue, que se ha inaugurado recientemente, solo está disponible para hombres, lo que obliga a las mujeres a desplazarse a un lugar lejano, donde solo hay cinco plazas disponibles. Esto no solo es un problema logístico, sino que también pone en riesgo la seguridad y el bienestar de las mujeres en situación de vulnerabilidad.
Ruz ha instado al gobierno de Carazo a abrir un refugio climático que atienda tanto a hombres como a mujeres, así como a establecer un albergue de alta tolerancia que funcione durante todo el año. La falta de atención a estas necesidades básicas no solo es una cuestión de derechos humanos, sino que también tiene implicaciones directas en la salud y la vida de estas personas.
### La Necesidad de Implicación de los Servicios Sociales
Uno de los puntos más críticos que ha destacado Ruz es la necesidad de una mayor implicación de los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Para que cualquier recurso destinado a las personas sin hogar sea efectivo, es fundamental que se adapte a las características y necesidades individuales de cada persona. Esto incluye la atención a aquellos que requieren servicios de salud mental y a quienes, tras salir de los hospitales, necesitan un periodo de convalecencia que no pueden realizar en la calle.
La falta de un enfoque integral en la atención a las personas sin hogar ha llevado a situaciones trágicas. Ruz ha recordado que una de las primeras decisiones del gobierno de Carazo al asumir la alcaldía fue cerrar el Centro de Alta Tolerancia de la Calle Varela, un recurso que ha tenido que reabrirse de manera intermitente debido a la presión social y la creciente crisis. Esta falta de planificación y compromiso ha resultado en la pérdida de vidas, algo que no puede ser ignorado.
La situación actual exige una respuesta inmediata y efectiva por parte del Ayuntamiento. La apertura de más centros de acogida, la eliminación de la discriminación en el acceso a los recursos y la atención personalizada a las necesidades de las personas sin hogar son pasos esenciales que deben ser tomados sin demora. La vida de muchas personas depende de estas decisiones.
La crisis de las personas sin hogar en Granada es un reflejo de una problemática más amplia que afecta a muchas ciudades en España y en el mundo. La falta de vivienda adecuada, el acceso limitado a servicios de salud y la discriminación son solo algunos de los desafíos que enfrentan estas personas. Es imperativo que la sociedad tome conciencia de esta situación y exija a sus representantes que actúen con responsabilidad y humanidad.
La voz de Raquel Ruz y de colectivos como La Calle Mata es crucial en este momento. Su lucha por la dignidad y los derechos de las personas sin hogar no solo es un llamado a la acción, sino también un recordatorio de que cada vida cuenta y que todos merecen un lugar seguro donde vivir. La presión social y la movilización comunitaria son herramientas poderosas que pueden generar cambios significativos en la política local y en la atención a las personas más vulnerables.
La situación de las personas sin hogar en Granada es un tema que requiere atención urgente. La falta de recursos adecuados, la discriminación en el acceso a refugios y la inacción del gobierno local son problemas que deben ser abordados de inmediato. La comunidad, junto con sus representantes, debe unirse para exigir soluciones efectivas y garantizar que todas las personas tengan acceso a una vida digna y segura.