El 31 de octubre se conmemora el Día Internacional de Recuerdo y Homenaje a las Víctimas del Franquismo, una fecha que invita a la reflexión sobre el pasado reciente de España y la necesidad de mantener viva la memoria histórica. En este contexto, Iluminada Jiménez Olivencia, integrante de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, ha expresado su preocupación por el resurgimiento de ideologías populistas y neofascistas que amenazan los valores democráticos y la convivencia pacífica en la sociedad actual.
La memoria de las víctimas del golpe militar, la guerra civil y la dictadura franquista no solo es un acto de justicia, sino también un paso crucial hacia la reparación de las heridas colectivas que aún persisten en la sociedad española. Recordar el sufrimiento de aquellos que fueron perseguidos, torturados y asesinados es fundamental para honrar su memoria y garantizar que tales atrocidades no se repitan.
### La Historia de las Víctimas: Un Legado de Sufrimiento
Las víctimas del franquismo no fueron solo números en una estadística; fueron personas con historias, sueños y familias. La represión que sufrieron incluyó privaciones de libertad, torturas, exilio y una serie de violaciones de derechos humanos que marcaron a generaciones enteras. En particular, las mujeres enfrentaron un sufrimiento adicional, siendo objeto de humillaciones y violencia sistemática. Muchas de ellas fueron tratadas como botín de guerra, sufriendo abusos que dejaron cicatrices profundas en la memoria colectiva del país.
El sufrimiento de las mujeres durante la dictadura es un aspecto que a menudo se pasa por alto. No solo fueron víctimas de la represión política, sino que también enfrentaron un sistema patriarcal que las relegaba a un papel secundario en la sociedad. La violencia de género, la humillación pública y la privación de derechos básicos fueron parte de su realidad. Este legado de dolor y sufrimiento debe ser reconocido y abordado en el contexto de la memoria histórica.
La Ley de Memoria Democrática de 2022 establece el 31 de octubre como un día para recordar a estas víctimas, un acto que busca no solo honrar su memoria, sino también educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de la democracia y los peligros de la desinformación. La educación juega un papel crucial en la lucha contra el olvido y la banalización de la historia, y es responsabilidad de toda la sociedad involucrarse en este proceso.
### La Educación como Pilar Fundamental
La educación es una herramienta poderosa en la defensa de la democracia y la promoción de una sociedad informada. Las leyes de memoria, junto con la LOMLOE, establecen directrices para incluir la historia reciente de España en los planes de estudio. Sin embargo, la implementación de estas leyes requiere un compromiso colectivo que va más allá del ámbito educativo. Es esencial que el Estado, los gobiernos autonómicos, las asociaciones de memoria y la ciudadanía trabajen juntos para garantizar que la historia no se repita.
El papel del profesorado es fundamental, pero no debe ser el único responsable de esta tarea. La sociedad en su conjunto debe involucrarse en la educación sobre la memoria histórica, promoviendo espacios de diálogo y reflexión que permitan a las nuevas generaciones comprender la importancia de su legado. La desinformación y el olvido son enemigos de la democracia, y es responsabilidad de todos combatir estas amenazas.
La memoria histórica no es solo un asunto del pasado; es un componente vital para el futuro de la democracia en España. En un momento en que los populismos y las ideologías extremistas están resurgiendo, es crucial que la sociedad se una en defensa de los valores democráticos. La historia debe ser enseñada y discutida abiertamente, no solo para honrar a las víctimas, sino también para fortalecer la convivencia y la cohesión social.
La lucha por la memoria histórica es, en última instancia, una lucha por la justicia y la dignidad. Recordar a las víctimas del franquismo es un acto de resistencia contra el olvido y una afirmación de que la democracia debe ser defendida y protegida. En este sentido, el 31 de octubre no es solo un día de recuerdo, sino un llamado a la acción para todos aquellos que valoran la libertad y la justicia en la sociedad española.
