El Servicio Cántabro de Salud (SCS) ha enfrentado un grave colapso informático que ha dejado a hospitales y centros de salud de la región en una situación crítica. Este incidente, que ocurrió a primera hora de la mañana, ha sido atribuido a un bloqueo de seguridad en los cortafuegos que protegen las conexiones del sistema. La falta de acceso a historias clínicas y recetas electrónicas ha generado un caos en la atención sanitaria, obligando a los profesionales a implementar planes de contingencia para continuar brindando atención a los pacientes.
### Origen del Colapso: Un Problema de Seguridad
El fallo en el sistema se produjo alrededor de las nueve de la mañana, cuando los cortafuegos del SCS dejaron de funcionar correctamente. Según el consejero de Salud, César Pascual, este no fue un caso de caída del sistema, sino un mecanismo de seguridad que se activó para prevenir accesos no autorizados. Los firewalls son esenciales para proteger la información sensible de los pacientes y, al detectar un problema, el sistema se bloquea automáticamente para evitar posibles ciberataques.
La incapacidad de acceder a la información almacenada en el Centro de Procesos de Datos (CPD) ha afectado a todos los hospitales públicos de Cantabria, incluyendo Valdecilla, Sierrallana, Laredo y Tres Mares. Además, los centros de salud de atención primaria también han sufrido las consecuencias, lo que ha llevado a retrasos en la gestión de citas, pruebas diagnósticas y la prescripción de medicamentos.
Durante la visita al Hospital Sierrallana, el consejero Pascual aseguró que se está trabajando con Telefónica y otras empresas responsables para solucionar el problema en los cortafuegos. A pesar de que ya se ha recuperado aproximadamente el 70% del funcionamiento del sistema, se estima que tomará varias horas más para que todo vuelva a la normalidad. Mientras tanto, los profesionales de la salud están utilizando métodos alternativos, como anotaciones en papel, para garantizar que los tratamientos y consultas más urgentes se lleven a cabo.
### Impacto en la Atención Sanitaria
El colapso informático ha tenido un impacto significativo en la atención sanitaria en Cantabria. La imposibilidad de acceder a historias clínicas electrónicas ha dificultado la labor de los médicos y enfermeros, quienes dependen de esta información para ofrecer un diagnóstico y tratamiento adecuados. La situación ha llevado a que se prioricen los casos más urgentes, lo que podría poner en riesgo la salud de pacientes que requieren atención no inmediata.
Los hospitales, que ya enfrentan una carga considerable debido a la demanda de servicios de salud, se ven ahora obligados a gestionar la atención de manera manual. Esto no solo retrasa el proceso de atención, sino que también aumenta la posibilidad de errores en la administración de tratamientos y medicamentos. La falta de acceso a recetas electrónicas ha complicado aún más la situación, ya que los médicos deben recurrir a métodos tradicionales para prescribir tratamientos, lo que puede llevar a confusiones y retrasos en la atención.
El consejero de Salud ha enfatizado que, a pesar de los desafíos, el personal sanitario está comprometido a seguir atendiendo a los pacientes de la mejor manera posible. Se han implementado planes de contingencia que permiten a los hospitales continuar operando, aunque con limitaciones. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica y se espera que la recuperación total del sistema se produzca en las próximas horas.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de contar con sistemas informáticos robustos y seguros en el ámbito de la salud. La dependencia de la tecnología en la atención médica es cada vez mayor, y cualquier fallo en estos sistemas puede tener consecuencias graves para la salud pública. La situación actual también plantea preguntas sobre la preparación y la capacidad de respuesta del SCS ante incidentes de esta naturaleza.
La comunidad sanitaria y los pacientes están a la espera de actualizaciones sobre la recuperación del sistema y las medidas que se implementarán para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro. La confianza en el sistema de salud depende en gran medida de su capacidad para manejar crisis como esta, y es fundamental que se tomen las lecciones necesarias para mejorar la infraestructura tecnológica y la seguridad de los datos en el sector salud.
