Cantabria es una región que se disfruta con todos los sentidos. Desde sus paisajes montañosos hasta su rica gastronomía, cada rincón ofrece una experiencia única. Si estás buscando un itinerario que combine cultura, naturaleza y buena comida, aquí te presentamos un recorrido que te llevará desde Selaya hasta Santander, pasando por algunos de los pueblos más encantadores de la región.
### Desayuno en Selaya: Sabor a Tradición
La jornada comienza en Selaya, un pequeño pueblo enclavado en el corazón de los Valles Pasiegos. Este lugar es famoso por sus sobaos, un dulce típico que no puedes dejar de probar. La panadería Sobaos Joselín es una parada obligatoria. Aquí, podrás disfrutar de un sobao pasiego artesanal acompañado de un café o un chocolate caliente. El aroma de la mantequilla y el sabor esponjoso del sobao son el inicio perfecto para un día lleno de aventuras.
Después de un desayuno que despierta los sentidos, es hora de poner rumbo a los Picos de Europa. Este impresionante parque nacional es un paraíso para los amantes de la naturaleza y ofrece una variedad de rutas de senderismo que se adaptan a todos los niveles. Si prefieres una experiencia más relajada, puedes optar por un paseo en coche por las carreteras que serpentean entre montañas y valles, disfrutando de vistas panorámicas que te dejarán sin aliento.
### Almuerzo en Potes: Gastronomía Local
El siguiente destino es Potes, conocido como la capital de la comarca de Liébana. Este pintoresco pueblo es famoso por su arquitectura montañesa y su ambiente acogedor. Para el almuerzo, el Restaurante Asador Llorente es una excelente opción. Aquí, podrás degustar un chuletón de vaca de Cantabria, un plato que destaca por su calidad y sabor. Acompañado de un buen vino local, este almuerzo se convierte en una experiencia gastronómica que no olvidarás.
Después de un banquete como este, es recomendable dar un paseo por el pueblo. Las calles empedradas y las casas de piedra te transportarán a otra época. No olvides visitar la iglesia de San Vicente, un hermoso edificio que data del siglo XIII, y disfrutar de las vistas del río Deva que atraviesa el pueblo.
### Merienda en Liérganes: Un Viaje en el Tiempo
Tras la comida, el siguiente destino es Liérganes, otro de los pueblos más bellos de Cantabria. Este lugar es famoso por su casco antiguo, que ha sido declarado conjunto histórico-artístico. Aquí, podrás disfrutar de un chocolate caliente con churros en alguna de sus cafeterías tradicionales. Este dulce manjar es perfecto para reponer energías antes de continuar con la exploración.
Un paseo por el Mercadillo, el barrio histórico de Liérganes, es como un viaje en el tiempo. Las casas montañesas, los palacios indianos y los edificios barrocos cuentan la historia de un pasado señorial. No olvides visitar la famosa fuente de los tres caños, un símbolo del pueblo que atrae a muchos visitantes.
### Cena en Revilla de Camargo: Creatividad Gastronómica
Al caer la noche, es hora de buscar un buen lugar para cenar. La Taberna del Buddha, ubicada en Revilla de Camargo, es una opción que combina la cocina tradicional con un toque moderno. Su hamburguesa manchega, elaborada con carne de Cantabria y acompañada de paleta ibérica y queso tres leches, es un plato que no te puedes perder. Este lugar es ideal para disfrutar de una cena relajada, donde la creatividad gastronómica se une a los productos locales.
### Noche en Santander: Ambiente y Diversión
Finalmente, el destino final de este recorrido es Santander, la capital cántabra. La zona de Cañadío es conocida por su ambiente animado, lleno de bares, terrazas y música en vivo. Aquí, podrás disfrutar de la vida nocturna de la ciudad, brindando por un día inolvidable en una región que lo tiene todo.
Cantabria es un lugar que invita a ser explorado, donde cada rincón tiene una historia que contar y cada plato es una celebración de la cultura local. Desde el desayuno en Selaya hasta la cena en Revilla de Camargo, este itinerario es solo una muestra de lo que esta hermosa región tiene para ofrecer. Así que, si estás planeando una visita, asegúrate de dedicar un día completo a saborear y disfrutar de todo lo que Cantabria tiene para ofrecer.
