El control de tensión en el sistema eléctrico español ha cobrado una relevancia crucial en los últimos meses, especialmente tras el apagón que afectó a gran parte del país. Las empresas eléctricas han comenzado a señalar que el sistema actual es obsoleto y que los problemas de tensión han evolucionado de ser incidentes aislados a convertirse en un fenómeno estructural. Este cambio en la dinámica ha llevado a las compañías a buscar soluciones en el modelo italiano, que presenta un enfoque diferente y más robusto en la gestión de la tensión eléctrica.
### La Situación Actual del Control de Tensión en España
Las eléctricas, agrupadas en la Asociación Española de Empresas Eléctricas (Aelec), han manifestado su preocupación por la falta de inversiones y cambios regulatorios que acompañen la creciente incorporación de energías renovables al sistema. En este contexto, la directora de regulación de Aelec, Marta Castro, ha destacado que Italia, a pesar de tener una menor penetración de energías renovables, cuenta con una infraestructura más avanzada en términos de control de tensión. En particular, Italia dispone de una capacidad significativamente mayor en Statcom y compensadores síncronos, herramientas que permiten mejorar la estabilidad del sistema ante oscilaciones inter-área.
La situación en España se ha vuelto crítica, especialmente después de que Red Eléctrica de España (REE) detectara tensiones bruscas en varias ocasiones durante el mes de septiembre. Las eléctricas han rechazado categóricamente que estas tensiones constituyan un peligro inminente, como ocurrió en el apagón de abril, pero han urgido a la implementación de soluciones efectivas y a una mayor agilidad en la regulación técnica.
Uno de los puntos más debatidos es la necesidad de acceso a datos clave del sistema por parte de las eléctricas. Aelec ha solicitado a REE que les permita acceder a esta información para contribuir de manera más efectiva al control de la tensión. Sin embargo, la respuesta de REE ha sido cautelosa, argumentando que cualquier cambio en la normativa debe ser analizado a fondo para evitar riesgos para la integridad de las instalaciones y la estabilidad del sistema.
### Propuestas para Mejorar el Control de Tensión
Aelec ha presentado varias propuestas para mejorar el control de tensión en el sistema eléctrico español. Una de las más destacadas es la implementación inmediata del control dinámico de tensión en todas las plantas que ya tienen la capacidad de hacerlo. Esta medida permitiría un seguimiento en tiempo real de las consignas de tensión, evitando la espera por la culminación de los cambios establecidos en el Procedimiento de Operación 7.4, que podría demorar hasta el año 2026.
Además, Aelec ha propuesto modificar los límites de tensión vigentes en España, que actualmente son más altos que los establecidos en otros países europeos. En España, el límite permitido es de 435 kilovoltios (kV), mientras que en otros países europeos es de 420 kV. Esta diferencia de 15 kV podría proporcionar un margen adicional para reaccionar ante situaciones de sobretensión, lo que es crucial para la estabilidad del sistema.
La CNMC, el regulador del sector eléctrico, ha decidido no aprobar las modificaciones propuestas por REE en el PO 7.4, argumentando que requieren un análisis técnico más profundo. Aelec ha considerado esta decisión como positiva, ya que las normas propuestas eran vistas como carentes de viabilidad técnica y sentido económico.
Por otro lado, Aelec ha señalado que muchas plantas de generación renovable están capacitadas para controlar la tensión mediante consignas de reactiva, pero se encuentran limitadas por restricciones regulatorias. La actualización de software en estas instalaciones podría ser una solución rápida y efectiva, pero esta propuesta fue rechazada en el último proceso de alegaciones para modificar el Procedimiento de Operación 7.4.
### Comparativa con el Modelo Italiano
El modelo italiano de control de tensión se presenta como un referente para España en este contexto. Italia ha logrado implementar una infraestructura más robusta que permite una mejor gestión de la tensión eléctrica, lo que ha contribuido a evitar apagones y a mantener la estabilidad del sistema. La clave de este éxito radica en la combinación de inversiones adecuadas en tecnología y un marco regulatorio que facilita la integración de energías renovables.
Los compensadores síncronos y Statcom en Italia permiten una respuesta más rápida ante oscilaciones en la red, lo que se traduce en una mayor estabilidad y fiabilidad del sistema eléctrico. Esta capacidad de respuesta es fundamental en un contexto donde la generación de energía renovable puede ser intermitente y variable.
Las eléctricas españolas han comenzado a mirar hacia este modelo con la esperanza de que la adopción de tecnologías similares y la modificación de la normativa vigente puedan contribuir a mejorar la situación del control de tensión en España. La implementación de estas tecnologías no solo ayudaría a evitar apagones, sino que también facilitaría la transición hacia un sistema energético más sostenible y eficiente.
### Desafíos y Oportunidades
A pesar de las propuestas y el interés por adoptar un modelo más eficiente, el camino hacia la reforma del control de tensión en España no está exento de desafíos. La resistencia al cambio por parte de algunos actores del sector, así como la complejidad de la regulación, son obstáculos que deben ser superados para lograr una mejora efectiva.
Sin embargo, la creciente presión por parte de las eléctricas y la necesidad de garantizar un suministro eléctrico fiable en un contexto de transición energética presentan una oportunidad única para impulsar cambios significativos en el sistema. La colaboración entre las empresas eléctricas, el regulador y el gobierno será crucial para alcanzar un consenso que permita avanzar hacia un modelo más eficiente y sostenible.
En resumen, la situación actual del control de tensión en España requiere de una atención urgente y de la implementación de soluciones efectivas. Mirar hacia modelos exitosos como el italiano puede ofrecer valiosas lecciones y guiar el camino hacia una reforma estructural que garantice la estabilidad del sistema eléctrico en el futuro.
