Cantabria se enfrenta a un panorama mixto en su desarrollo económico y social, según un estudio reciente que examina la evolución de la región entre 2014 y 2024. Este análisis, realizado por el Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas y la Cámara de Comercio de España, destaca tanto las fortalezas como las debilidades de la comunidad autónoma. En un evento celebrado en Santander, los economistas Salvador Marín y Raúl Mínguez presentaron los hallazgos que revelan una clara necesidad de mejorar en áreas críticas como la innovación y la natalidad.
### Fortalezas de Cantabria: Educación y Empleo
A pesar de los desafíos, Cantabria muestra fortalezas significativas en varios indicadores. La región ha logrado mantener una baja tasa de desempleo y un reducido abandono escolar, lo que refleja un sistema educativo sólido. La inversión en infraestructuras públicas también es notable, con una dotación per cápita que supera la media nacional. Estos aspectos positivos son cruciales para el desarrollo de un entorno propicio para la inversión y el crecimiento empresarial.
Sin embargo, el estudio también señala que, aunque la educación es un pilar fuerte, no es suficiente para impulsar el crecimiento económico de manera sostenible. La baja tasa de actividad y el envejecimiento de la población son factores que limitan el dinamismo demográfico de la región. La natalidad ha sido un tema recurrente en los debates económicos, ya que una población en declive puede afectar la capacidad de la región para sostener su economía a largo plazo.
### Innovación y Productividad: Áreas Críticas
Uno de los puntos más preocupantes del informe es la baja inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Cantabria se encuentra significativamente por debajo de la media autonómica en términos de inversión en estas áreas. Esta falta de innovación puede limitar la competitividad de las empresas locales y su capacidad para adaptarse a un mercado global en constante cambio.
Salvador Marín enfatiza que, aunque España ha demostrado una notable capacidad de recuperación y adaptación, la productividad sigue siendo un reto fundamental. La inversión en I+D+i es crucial para evitar la descapitalización del país y para fomentar un crecimiento económico sostenible. La falta de un tejido innovador robusto puede resultar en una economía estancada, incapaz de generar nuevos empleos y oportunidades.
Raúl Mínguez añade que el sector privado ha jugado un papel vital en la expansión internacional de la economía española, impulsando la digitalización y el compromiso con la sostenibilidad. Sin embargo, para que Cantabria pueda beneficiarse de estas tendencias, es esencial que se fomente un entorno que apoye la innovación y la creación de nuevas empresas.
### La Necesidad de un Cambio Estructural
El estudio concluye que, aunque Cantabria tiene fortalezas en educación y empleo, es imperativo que se aborden las debilidades en innovación y natalidad. La región necesita un cambio estructural que fomente un mayor dinamismo en el mercado laboral y que incentive a las empresas a invertir en I+D+i. Esto no solo ayudará a mejorar la competitividad de las empresas locales, sino que también puede contribuir a un aumento en la tasa de natalidad al crear un entorno más atractivo para las familias jóvenes.
La colaboración entre el sector público y privado es esencial para lograr estos objetivos. Las políticas que promuevan la innovación, la formación continua y el apoyo a las startups pueden ser clave para revitalizar la economía de Cantabria. Además, es fundamental que se implementen estrategias que aborden el envejecimiento de la población y fomenten un crecimiento demográfico saludable.
En resumen, Cantabria se encuentra en una encrucijada. Con una base educativa sólida y un mercado laboral relativamente estable, la región tiene el potencial para prosperar. Sin embargo, para capitalizar estas fortalezas, es crucial que se aborden las debilidades en innovación y natalidad. Solo a través de un enfoque integral que incluya la inversión en I+D+i y políticas que fomenten un entorno favorable para las familias jóvenes, Cantabria podrá asegurar un futuro próspero y sostenible.
