La gestión de identidades se ha convertido en un pilar fundamental dentro de la ciberseguridad moderna. Con el aumento de servicios en la nube, el teletrabajo y la proliferación de identidades digitales, las organizaciones enfrentan un panorama complejo que requiere una evolución en sus estrategias de control de acceso. Según un informe de Gartner, se espera que para 2026 más del 70% de las empresas centralicen la gestión de accesos mediante soluciones de Identity and Access Management (IAM). Esta transición hacia un modelo más maduro es necesaria, pero también presenta desafíos significativos, como la fragmentación de sistemas y la complejidad de las infraestructuras digitales.
### La Identidad Digital como Nuevo Perímetro de Seguridad
La identidad digital ha pasado a ser el nuevo perímetro de seguridad en las empresas. Un estudio de Cybersecurity Ventures indica que los ataques basados en credenciales son responsables del 60% de las brechas de datos, lo que subraya la importancia de una gestión de identidades robusta. La implementación de soluciones IAM se ha vuelto crucial para proteger los activos digitales de las organizaciones. Ángel Núñez Simón, responsable de Identidad Digital de Accenture en España y Portugal, enfatiza que un control riguroso de accesos es esencial para mantener la seguridad empresarial. Además, normativas como el RGPD y la directiva NIS2 han impulsado la adopción de estas soluciones, convirtiendo la gestión de identidades en una prioridad estratégica.
La creciente complejidad de los entornos digitales, caracterizados por la migración a la nube y la proliferación de APIs, ha llevado a un aumento en los permisos mal configurados. Esto ha hecho que las empresas necesiten un marco sólido y coherente para la gestión de accesos. La mayoría de las brechas de seguridad actuales están relacionadas con identidades comprometidas, lo que refuerza la necesidad de una estrategia proactiva en la gestión de identidades. La transformación digital, el trabajo remoto y la presión normativa han colocado a la gestión de identidades en el centro de cualquier estrategia moderna de ciberseguridad.
### Desafíos en la Automatización y Gobernanza de Identidades
Uno de los principales retos en la gestión de identidades es la automatización del ciclo de vida de las identidades. Un informe de Deloitte revela que el 60% de las brechas de seguridad relacionadas con identidades se deben a errores en la gestión manual de permisos y cuentas. La automatización se presenta como una solución indispensable para reducir riesgos y mejorar la eficiencia. Integrar plataformas de gestión de identidades con recursos humanos y directorios corporativos permite aprovisionar y desaprovisionar cuentas de manera automática, minimizando el riesgo de error humano.
El acceso Just-In-Time, que permite accesos temporales y limitados, ha demostrado ser un avance significativo en la gobernanza moderna. Este enfoque elimina privilegios permanentes y asegura que los accesos se otorguen solo cuando son necesarios. Sin embargo, muchas organizaciones aún carecen de una automatización plena en la provisión y revocación de identidades, lo que puede generar errores y ralentizar procesos.
Además, la proliferación de identidades no humanas, como APIs y bots, plantea un nuevo desafío en la gestión de identidades. Según Gartner, se espera que para 2026 las identidades máquina superen en más del doble a las humanas. Esto requiere que las empresas apliquen los mismos principios de Zero Trust a las identidades no humanas, garantizando una gobernanza unificada y una gestión automatizada.
La centralización y el gobierno de identidades son esenciales para evitar duplicaciones e inconsistencias entre sistemas. La adopción de estándares como SAML, OAuth2 y OpenID Connect facilita la federación de identidades y mejora la robustez del gobierno de identidades. La automatización del ciclo de vida de las identidades, junto con la implementación de políticas coherentes, es fundamental para avanzar hacia un modelo de gestión de identidades más eficiente y seguro.
### La Importancia de la Seguridad Contextual y la Experiencia del Usuario
El equilibrio entre seguridad y experiencia del usuario es otro aspecto crucial en la gestión de identidades. Datos de McKinsey indican que el 70% de los usuarios abandonan un servicio digital si el proceso de autenticación es demasiado complicado. Por lo tanto, las organizaciones deben encontrar formas de implementar medidas de seguridad robustas sin sacrificar la facilidad de acceso.
La seguridad contextual, que se adapta a las circunstancias del usuario, es una tendencia emergente que busca mejorar la experiencia del usuario mientras se mantiene un alto nivel de seguridad. La implementación de tecnologías como passkeys, que son resistentes al phishing y simplifican el inicio de sesión, es un ejemplo de cómo se puede lograr este equilibrio. Además, la autenticación biométrica y el uso de MFA adaptativo son claves para ofrecer accesos intuitivos y fluidos sin comprometer la seguridad.
### El Futuro de la Gestión de Identidades
La inteligencia artificial (IA) está transformando la gestión de identidades, permitiendo a las organizaciones monitorizar accesos y detectar anomalías en tiempo real. Se espera que el 80% de las empresas utilicen IA para este propósito antes de 2026. La IA puede analizar patrones de comportamiento y generar alertas ante actividades sospechosas, lo que refuerza la protección sin aumentar la carga administrativa.
El cumplimiento normativo también está en el centro de la gestión de identidades. Las organizaciones deben adaptarse a regulaciones que exigen un manejo riguroso de las identidades, garantizando derechos como el acceso y la eliminación de datos. La implementación de un enfoque de ‘privacy & security by design’ es fundamental para demostrar cumplimiento continuo y asegurar la confianza de los usuarios.
La gestión de identidades está en constante evolución, impulsada por la necesidad de adaptarse a un entorno digital en rápida transformación. Las organizaciones que adopten un enfoque proactivo y estratégico en la gestión de identidades estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos de seguridad del futuro.