El conflicto en Gaza ha alcanzado un nuevo nivel de tensión, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estableciendo condiciones claras para el fin de las hostilidades. En sus recientes declaraciones, Netanyahu ha afirmado que la guerra no concluirá hasta que se complete el desarme de Hamás, un movimiento islamista que ha sido el foco de la violencia en la región. Esta postura se ha dado a conocer en un contexto donde la comunidad internacional observa con preocupación la situación humanitaria en Gaza y las posibles repercusiones de un conflicto prolongado.
### Condiciones para el Alto el Fuego
Netanyahu ha dejado claro que la segunda fase de la tregua, que comenzó el 10 de octubre, está condicionada a la desmilitarización total de la Franja de Gaza. En sus palabras, esta fase implica la confiscación de las armas de Hamás como un paso previo al desarme completo del grupo. «Cuando esto se haya logrado con éxito —espero que de manera fácil, pero si no, de forma contundente— entonces la guerra terminará», declaró el primer ministro. Esta declaración se produce en un momento crítico, ya que Hamás ha comenzado a entregar los cuerpos de rehenes fallecidos, lo que ha generado un clima de expectativa en torno a la posibilidad de un acuerdo más amplio.
Hasta la fecha, Hamás ha devuelto los restos de diez de los 28 cautivos israelíes que perdieron la vida durante el conflicto. La identificación de uno de los cuerpos, el de Eliyahu Margalit, un civil de más de 70 años, ha sido un recordatorio doloroso de la tragedia que ha marcado este conflicto. Por su parte, Israel ha respondido restituyendo los cuerpos de 15 palestinos, lo que eleva a 135 el número de cadáveres repatriados en el marco del acuerdo de cese al fuego.
Sin embargo, la reapertura del paso fronterizo de Rafah, que conecta Gaza con Egipto, está condicionada a la entrega total de los cuerpos de rehenes. Hamás ha argumentado que el cierre de este cruce está ralentizando la restitución de cadáveres, lo que ha generado tensiones adicionales entre ambas partes. Mientras tanto, los equipos de rescate continúan trabajando en Gaza, donde se estima que alrededor de 10,000 cadáveres permanecen bajo los escombros, lo que subraya la magnitud de la crisis humanitaria.
### Advertencias Internacionales y la Respuesta de EE.UU.
Desde Washington, el Departamento de Estado de EE.UU. ha emitido una advertencia sobre la posibilidad de ataques por parte de Hamás contra civiles en Gaza. En un comunicado, se mencionó que existen «informes creíbles» sobre estos planes, lo que ha llevado a las autoridades estadounidenses a señalar que se tomarán medidas para proteger a la población de Gaza y preservar la integridad del alto el fuego. Esta advertencia resalta la complejidad de la situación, donde la violencia puede reavivarse en cualquier momento, complicando aún más los esfuerzos por alcanzar una paz duradera.
Además, el director de operaciones humanitarias de la ONU, Tom Fletcher, ha descrito la devastación en Gaza como «absolutamente espantosa», señalando que gran parte de la ciudad ha sido reducida a escombros. La ONU ha anunciado un plan de emergencia de 60 días que incluye la distribución de un millón de comidas diarias, la reconstrucción del sistema sanitario y la instalación de refugios para el invierno, así como el retorno escolar de cientos de miles de niños. Este esfuerzo humanitario es crucial, ya que la población de Gaza enfrenta una crisis sin precedentes, con necesidades básicas insatisfechas y un futuro incierto.
### El Futuro Político de Netanyahu
En medio de este conflicto, Netanyahu ha anunciado su intención de buscar un nuevo mandato en las elecciones previstas para 2026. Con 18 años en el poder de forma discontinua, su liderazgo ha estado marcado por decisiones difíciles y un enfoque firme hacia la seguridad de Israel. La situación actual, marcada por la guerra y la inestabilidad, podría influir en la percepción pública de su gobierno y en su capacidad para mantenerse en el poder.
Las negociaciones por la paz continúan, pero el futuro inmediato del conflicto parece estar ligado al cumplimiento de la fase B del alto el fuego, que Israel considera incompleta sin el desarme total de Hamás. Este punto de vista ha sido rechazado por el grupo islamista, lo que sugiere que las tensiones seguirán presentes en el corto plazo.
La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos en Gaza, esperando que se logren avances significativos hacia una resolución pacífica del conflicto. Sin embargo, la realidad en el terreno es compleja y está marcada por un ciclo de violencia que ha dejado profundas cicatrices en ambas partes. La situación humanitaria en Gaza y las condiciones políticas en Israel son factores que seguirán influyendo en el desarrollo de este conflicto, que parece lejos de encontrar una solución definitiva.