El 12 de octubre es una fecha emblemática en España, marcada por la celebración del Día de la Hispanidad, un evento que rinde homenaje a las Fuerzas Armadas y a la unidad del país. Este año, el desfile militar se llevó a cabo en Madrid, donde miles de ciudadanos se congregaron para presenciar el acto central, que estuvo presidido por los reyes de España. Sin embargo, la jornada estuvo marcada por la controversia y la polarización política, evidenciada por los abucheos dirigidos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La ceremonia comenzó con la llegada de los reyes a la tribuna real, donde saludaron a diversas autoridades, incluyendo al presidente Sánchez y a la ministra de Defensa, Margarita Robles. A pesar de la presencia de altos funcionarios y líderes políticos, el ambiente se tornó tenso cuando Sánchez fue recibido con una fuerte pitada por parte de algunos asistentes, un reflejo del descontento que muchos ciudadanos sienten hacia su gestión.
### Un Desfile Militar con Novedades y Tradición
Este año, el desfile militar contó con la participación de 3.847 militares, de los cuales 524 eran mujeres, así como una variedad de aeronaves y vehículos motorizados. La parada se extendió a lo largo de 1.540 metros, desde la Glorieta de Carlos V hasta la Plaza de Colón. Entre las novedades, se conmemoró el vigésimo aniversario de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que este año participó con un número mayor de efectivos, destacando su importancia en la respuesta a emergencias en el país.
Uno de los momentos más esperados del desfile fue el salto de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire y del Espacio (Papea), que, a pesar de las condiciones meteorológicas adversas, logró realizar una maniobra impresionante. El sargento primero Oscar Marsal, con más de 3.300 lanzamientos, fue el encargado de portar la bandera de España, mientras que el sargento primero José Carlos González actuó como guía. Sin embargo, debido a la niebla y la lluvia, el aterrizaje no se realizó frente a la tribuna real, lo que generó cierta decepción entre los asistentes.
El desfile aéreo, que tradicionalmente incluye una variedad de aeronaves, se vio limitado este año. Solo se pudieron observar los cazas Eurofighter, F-18 y Harrier, mientras que otros aviones y helicópteros no pudieron participar debido a las condiciones climáticas. A pesar de esto, la nueva Formación Mirlo, que reemplaza a la emblemática Patrulla Águila, hizo su debut, surcando los cielos de Madrid y pintando el cielo con los colores de la bandera nacional.
### La Polarización Política en el Corazón del Desfile
El desfile del Día de la Hispanidad no solo es un evento militar, sino también un reflejo del estado político y social del país. Este año, la presencia de líderes políticos fue notable, pero también lo fue la ausencia de algunos, como el lehendakari vasco, Imanol Pradales, y los presidentes de Canarias y La Rioja, quienes excusaron su asistencia por compromisos previos. En contraste, el líder de Vox, Santiago Abascal, decidió no asistir a la tribuna de autoridades, optando por observar el desfile desde la calle. Su decisión fue una declaración política en sí misma, aludiendo a su rechazo al gobierno de Sánchez, al que calificó de «corrupto y peligroso».
La participación de la UME fue especialmente aclamada por el público, destacando su papel en la gestión de crisis y emergencias. Este año, la unidad desfiló con dos compañías, en lugar de una, como parte de las celebraciones por su 20 aniversario. La presencia de los legionarios, que tradicionalmente generan entusiasmo entre los asistentes, también fue un punto culminante del evento, con su mascota, un borrego llamado ‘Baraka’, que simboliza la buena suerte.
A medida que el desfile avanzaba, se hizo evidente que la polarización política en España se había trasladado a este evento tradicional. Los abucheos a Sánchez contrastaron con los aplausos dirigidos a las Fuerzas Armadas, lo que subraya la división en la opinión pública sobre la gestión del gobierno actual. La participación de los ciudadanos en el desfile, tanto en apoyo como en protesta, refleja un país en el que las emociones y las opiniones están profundamente arraigadas en el contexto político actual.
El acto culminó con la tradicional recepción en el Palacio Real, donde los reyes recibieron a altas autoridades del Estado y a representantes de diversos sectores. Este año, se invitó a alcaldes de municipios afectados por desastres naturales, lo que resalta la importancia de la solidaridad y la unidad en tiempos difíciles. La celebración del Día de la Hispanidad, aunque marcada por la controversia, sigue siendo un momento significativo para recordar la historia y la unidad de España, así como para reflexionar sobre los desafíos actuales que enfrenta el país.