El Partido Acción y Solidaridad (PAS), la principal fuerza política proeuropea de Moldavia, ha logrado una victoria significativa en las recientes elecciones parlamentarias, celebradas el 29 de septiembre de 2025. Con un 50,16% de los votos, el PAS, liderado por la presidenta Maia Sandu, ha conseguido 55 escaños en el nuevo Parlamento, lo que le permite gobernar en solitario y continuar su camino hacia la integración en la Unión Europea. Esta victoria se produce en un contexto de tensiones crecientes con la oposición prorrusa y acusaciones de injerencia por parte de Moscú.
El segundo lugar fue ocupado por el Bloque Electoral Patriótico (BEP), que obtuvo el 24,19% de los votos y 26 escaños. Otros partidos, como el bloque Alternativa, el Partido Nuestro y Democracia en Casa, lograron resultados mucho más modestos, con menos del 8% de los votos cada uno. La participación del voto exterior fue crucial, ya que el PAS recibió el 78,51% de los 276.391 sufragios emitidos desde el extranjero, lo que subraya la importancia de la diáspora moldava en el proceso electoral.
### Un clima electoral tenso
Las elecciones no estuvieron exentas de controversia. Más de 1,6 millones de ciudadanos votaron dentro del país, mientras que la participación en el extranjero superó los 270.000 votos. Sin embargo, el ambiente electoral estuvo marcado por tensiones y acusaciones de fraude. El gobierno y la oposición intercambiaron acusaciones sobre manipulación electoral, mientras que las autoridades denunciaron miles de ciberataques contra la infraestructura electoral y falsas alarmas de bomba en colegios electorales en el extranjero, incidentes que el gobierno atribuyó a Rusia.
El líder del PAS, Ígor Grosu, acusó al Kremlin de llevar a cabo un esfuerzo «colosal» para desestabilizar las elecciones mediante la compra de votos y campañas de desinformación. En respuesta, Igor Dodon, líder del BEP y expresidente del país, convocó a una manifestación pacífica frente al Parlamento, alegando que el partido gobernante había perdido las elecciones.
El Kremlin, por su parte, expresó su preocupación por la falta de colegios electorales en Rusia, lo que impidió que muchos moldavos residentes allí pudieran votar. Su portavoz, Dmitri Peskov, indicó que Moscú se abstendría de comentar sobre los resultados, aunque reconoció que había habido denuncias de irregularidades.
### Reacciones internacionales y el futuro de Moldavia
La victoria del PAS ha sido recibida con entusiasmo por parte de líderes internacionales. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, felicitó a Maia Sandu y destacó que Rusia había fracasado en su intento de desestabilizar Moldavia. En una intervención en el Foro de Seguridad de Varsovia, Zelenski también celebró la extradición desde Grecia del oligarca Vladímir Plahotniuc, acusado de un fraude bancario de mil millones de euros, considerándolo un acto de justicia y cooperación europea.
Desde Bruselas, António Costa, presidente del Consejo Europeo, celebró la elección del pueblo moldavo, que ha optado por la democracia y un futuro europeo frente a la presión rusa. Esta victoria del PAS es vista como un paso firme hacia la integración de Moldavia en la Unión Europea, un objetivo que, aunque enfrenta numerosos obstáculos, se considera alcanzable antes de que finalice la década.
La secuencia del escrutinio electoral también alimentó la tensión. En las primeras horas, cuando se contaban los votos de localidades donde el apoyo a Rusia es mayoritario, la oposición llegó a liderar el conteo. Sin embargo, a medida que se contabilizaban los votos de las áreas urbanas y del exterior, la ventaja del PAS se consolidó, volviéndose irreversible.
La continuidad del PAS en el poder asegura la preservación de la neutralidad moldava en el conflicto con Ucrania y refuerza la estrategia de integración europea. A pesar de las tensiones internas y las presiones externas, Moldavia parece estar en un camino decidido hacia su incorporación a la UE, lo que podría transformar su futuro político y económico en los próximos años.