La situación en el Mediterráneo oriental se ha vuelto tensa con el envío del buque de acción marítima (BAM) de la Armada española, el ‘Furor’ (P-46), que se dirige a aguas cercanas a Gaza para unirse a la flotilla que transporta ayuda humanitaria. Este movimiento, que ha suscitado tanto apoyo como críticas, se produce en un contexto de creciente tensión entre Israel y las embarcaciones que intentan llegar a la Franja de Gaza. La misión del ‘Furor’ ha sido definida como puramente humanitaria, con un enfoque en el rescate y la asistencia, pero las reglas de enfrentamiento establecidas por el Ministerio de Defensa español han generado dudas sobre la capacidad del buque para actuar en caso de un conflicto.
El ‘Furor’ zarpó de Cartagena con el objetivo de alcanzar la flotilla en un plazo de cuatro días. Sin embargo, las instrucciones que ha recibido son claras: no se le permite entrar en combate, incluso si las embarcaciones israelíes deciden atacar a la flotilla. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre la efectividad de la misión y la seguridad de la tripulación y los civiles a bordo de las embarcaciones humanitarias.
### Contexto del Envío del ‘Furor’
La decisión de enviar el ‘Furor’ se produce en un momento crítico, ya que Israel ha mantenido una postura firme contra la entrada de la flotilla en sus aguas. Desde julio, se ha impuesto una prohibición de navegación en la zona, considerada por Israel como un «área de guerra activa». El Gobierno israelí ha dejado claro que no permitirá que la flotilla llegue a Gaza, sugiriendo que la ayuda humanitaria podría ser desembarcada en el puerto de Ascalón, desde donde se transportaría por carretera a la Franja.
El buque español, que cuenta con una tripulación de aproximadamente 50 personas y está equipado con armamento moderado, tiene como misión principal la búsqueda y rescate. Sin embargo, las reglas de enfrentamiento establecidas por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) indican que el ‘Furor’ no puede abrir fuego, ni siquiera en situaciones de autodefensa, a menos que se reciba autorización específica desde Madrid. Esta limitación ha generado preocupación entre los miembros de la Armada, quienes se preguntan cómo podrán proteger a la flotilla si se presenta una situación hostil.
### Reglas de Enfrentamiento y Controversias
Las reglas de enfrentamiento, conocidas como ROE (Rules of Engagement), son directrices cruciales que determinan cómo debe actuar un buque militar en situaciones de combate. En el caso del ‘Furor’, estas reglas han sido diseñadas para evitar cualquier tipo de confrontación armada. Esto significa que, incluso si Israel decide atacar a la flotilla, el buque español no podrá intervenir de manera activa para protegerla. La única excepción sería si el ‘Furor’ se viera directamente amenazado, lo que, según fuentes militares, es considerado un escenario «absolutamente improbable».
La decisión de no permitir el uso de armamento ha sido criticada por algunos sectores, que argumentan que esto pone en riesgo tanto a la tripulación del ‘Furor’ como a los civiles que viajan en la flotilla. La Armada española, por su parte, ha defendido la misión como un esfuerzo humanitario, enfatizando que el objetivo es proporcionar asistencia y no involucrarse en un conflicto militar.
Además, la controversia se intensifica por el hecho de que el ‘Furor’ está equipado con tecnología y armamento de origen israelí, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la ética de la misión. Los cañones automáticos MK-38, que forman parte de su equipamiento, son fabricados por empresas israelíes, lo que añade una capa de complejidad a la situación. La Armada ha argumentado que esta tecnología es necesaria para la defensa del buque, pero las críticas persisten, especialmente en un contexto donde las tensiones entre Israel y Palestina son tan palpables.
El buque ‘Furor’ se encuentra en una misión que, aunque está diseñada para ser humanitaria, se desarrolla en un entorno altamente militarizado y conflictivo. La falta de claridad sobre las órdenes y las limitaciones impuestas por las reglas de enfrentamiento han generado incertidumbre sobre la efectividad de la misión y la seguridad de todos los involucrados. A medida que el ‘Furor’ se acerca a la flotilla, la comunidad internacional observa con atención, esperando que la situación no escale a un conflicto mayor.