El debate sobre la memoria histórica en España ha cobrado una nueva dimensión con la reciente pugna entre los partidos Sumar y Podemos, en el contexto del 50 aniversario de las últimas ejecuciones del régimen de Franco. Este evento, que se conmemora el 27 de septiembre, ha reavivado las discusiones sobre cómo se debe recordar a las víctimas de la dictadura, incluyendo a aquellos que formaron parte de grupos armados como el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP). La propuesta de Sumar de homenajear a todas las personas ejecutadas durante la dictadura, incluyendo a los miembros del FRAP, ha generado reacciones encontradas y ha puesto de manifiesto las diferencias ideológicas entre ambos partidos de izquierda.
La Proposición no de Ley (PNL) presentada por Sumar en el Congreso busca establecer un acto institucional de reconocimiento para todas las víctimas de la represión franquista. En su documento, Sumar menciona explícitamente a los cinco ejecutados en 1975, entre ellos dos miembros de ETA y tres del FRAP. Este enfoque ha sido interpretado como un intento de Sumar de ampliar su base de apoyo y de posicionarse como el verdadero representante de la memoria histórica en la izquierda, en un momento en que Podemos también busca reivindicar su propia narrativa sobre el pasado.
### La Memoria Histórica y su Interpretación
La memoria histórica en España es un tema complejo y cargado de emociones. Durante décadas, el franquismo fue un tabú en la política española, y solo en los últimos años ha comenzado a recibir la atención que merece. La Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007, fue un primer paso hacia la reparación de las víctimas del franquismo, pero aún queda mucho por hacer. La propuesta de Sumar de recordar a los miembros del FRAP, a pesar de su pasado violento, refleja un cambio en la forma en que se aborda la memoria histórica. En lugar de relegar a estos individuos al olvido, Sumar busca incluirlos en un relato más amplio sobre la lucha contra la dictadura.
Sin embargo, este enfoque no está exento de críticas. Muchos argumentan que rendir homenaje a grupos armados que llevaron a cabo actos de violencia puede trivializar el sufrimiento de las víctimas inocentes del franquismo. La historia del FRAP, que fue responsable de varios asesinatos, plantea preguntas difíciles sobre la legitimidad de su memoria en el contexto de la lucha antifranquista. La inclusión de estos nombres en la narrativa de la memoria histórica puede ser vista como una forma de blanquear su legado, lo que ha generado un intenso debate dentro de la izquierda.
Por otro lado, Podemos ha optado por una estrategia diferente. A través de eventos como la presentación de un libro sobre el FRAP, el partido busca reivindicar su historia y su conexión con los movimientos de resistencia durante la dictadura. La participación de figuras clave de Podemos en estos actos sugiere un intento de consolidar su posición como defensores de la memoria histórica, aunque su enfoque se centra más en la lucha contra el franquismo en general, en lugar de en homenajear a grupos específicos.
### La Lucha por el Espacio Político
La disputa entre Sumar y Podemos no solo se limita a la memoria histórica, sino que también refleja una lucha más amplia por el espacio político dentro de la izquierda. Sumar, liderado por Yolanda Díaz, ha intentado posicionarse como una alternativa más inclusiva y representativa de las diversas corrientes de la izquierda, mientras que Podemos, bajo la dirección de Pablo Iglesias, ha mantenido una postura más radical y confrontativa.
Este choque se ha manifestado en diversas ocasiones, como en la reciente crisis en Gaza, donde Podemos fue el primero en calificar la situación de genocidio, mientras que Sumar adoptó un enfoque más cauteloso. Esta diferencia de estrategias ha llevado a tensiones internas y ha puesto de relieve las distintas visiones sobre cómo debe abordarse la política de izquierda en España.
La conmemoración de las ejecuciones del 27 de septiembre se convierte así en un símbolo de esta lucha por el relato histórico y el futuro de la izquierda. Sumar busca apropiarse de la memoria de las víctimas del franquismo, mientras que Podemos intenta reafirmar su legado como defensores de la justicia social y los derechos humanos. Esta batalla por la memoria no solo tiene implicaciones para la política actual, sino que también influye en cómo las futuras generaciones entenderán la historia reciente de España.
A medida que se acerca la fecha de conmemoración, es probable que el debate entre Sumar y Podemos se intensifique, con ambos partidos intentando consolidar su narrativa y su base de apoyo. La memoria histórica, lejos de ser un tema cerrado, sigue siendo un campo de batalla en la política española, donde las interpretaciones del pasado pueden tener un impacto significativo en el presente y el futuro del país. La forma en que se recuerde a las víctimas del franquismo, incluidos aquellos que formaron parte de grupos armados, seguirá siendo un tema divisivo que reflejará las tensiones y las aspiraciones de la izquierda en España.