En el segundo trimestre de 2025, Cantabria ha destacado en el panorama laboral español al liderar el incremento del coste laboral medio por trabajador. Este aumento del 5,4% en comparación con el año anterior ha llevado el coste a 3.033,9 euros mensuales, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este crecimiento es notablemente superior al promedio nacional, que se sitúa en un 3%.
**Coste Laboral en Cantabria: Un Vistazo a los Números**
El coste laboral en Cantabria, que incluye tanto las remuneraciones como las cotizaciones sociales, ha alcanzado cifras que, aunque son las más altas en la región, aún se encuentran por debajo de la media nacional. En términos absolutos, el coste laboral cántabro es 223,36 euros inferior al promedio nacional, que se eleva a 3.257,29 euros. Esto coloca a Cantabria en una posición interesante dentro del contexto nacional, donde el coste más elevado se encuentra en la Comunidad de Madrid, con 3.880,74 euros, lo que representa una diferencia de 846,84 euros respecto a Cantabria.
En cuanto al desglose del coste laboral, el coste salarial en Cantabria se sitúa en 2.123,61 euros por trabajador y mes, lo que lo convierte en el quinto más bajo del país. Solo Galicia, Murcia, Extremadura y Canarias presentan cifras inferiores. Este dato es relevante, ya que refleja una estabilidad en la partida salarial en la región, a diferencia de otras comunidades donde se han registrado incrementos significativos. Por ejemplo, la media nacional ha visto un aumento del 2,7% en el coste salarial.
**Costes No Salariales: Un Aumento Significativo**
Un aspecto que ha llamado la atención es el notable incremento de los costes no salariales en Cantabria, que han alcanzado los 910,32 euros, lo que representa un aumento interanual del 20,6%. Este crecimiento es el más alto del país, contrastando con el incremento medio nacional del 3,9%, que se sitúa en 839,51 euros. Este aumento en los costes no salariales puede estar relacionado con diversos factores, como el aumento de las cotizaciones sociales y otros gastos asociados al empleo.
En términos de comparación, Cantabria ocupa el cuarto lugar en cuanto a los costes no salariales más altos entre las comunidades autónomas, solo superada por el País Vasco, Madrid y Navarra. Esta tendencia sugiere que, aunque el coste salarial se mantenga relativamente estable, los gastos adicionales están aumentando de manera significativa, lo que podría tener implicaciones para las empresas en la región.
**Horas Trabajadas: Un Análisis de la Productividad**
En el segundo trimestre de 2025, las horas pactadas por trabajador y mes en Cantabria fueron de 150,7, con 127,2 horas efectivamente trabajadas y 24 horas no trabajadas. Para los empleados a tiempo completo, las cifras son de 167,6 horas pactadas, 140,7 horas efectivas y 27,2 horas no trabajadas. Por otro lado, los trabajadores a tiempo parcial tuvieron 89,4 horas pactadas, 78,1 horas efectivas y 12,3 horas no trabajadas.
Este desglose de horas trabajadas es crucial para entender la productividad en la región. A pesar de que el coste laboral ha aumentado, la cantidad de horas efectivas trabajadas no ha mostrado un incremento proporcional, lo que podría indicar una necesidad de optimización en la gestión del tiempo laboral.
**Perspectivas Futuras**
El panorama laboral en Cantabria presenta un escenario mixto. Por un lado, el aumento del coste laboral puede ser visto como un indicador de crecimiento y desarrollo económico, pero por otro lado, la estabilidad en los salarios y el incremento de los costes no salariales podrían plantear desafíos para las empresas locales.
Las autoridades y los empresarios deberán trabajar juntos para encontrar un equilibrio que permita mantener la competitividad de la región, al tiempo que se asegura un entorno laboral justo y sostenible para los trabajadores. La situación actual también resalta la importancia de seguir monitorizando estos indicadores para anticipar tendencias y adaptar las políticas laborales en consecuencia.
En resumen, Cantabria se encuentra en una encrucijada en términos de coste laboral. Con un aumento significativo en los costes no salariales y una estabilidad en los salarios, la región deberá navegar cuidadosamente para asegurar un futuro laboral próspero y equilibrado.