La historia y el patrimonio arquitectónico de Cantabria suman una nueva preocupación. La Villa Amalia, ubicada en el municipio de Medio Cudeyo y vinculada históricamente al Balneario de Solares, ha sido incluida en la Lista Roja del Patrimonio elaborada por la asociación Hispania Nostra. El motivo: su grave estado de abandono y el riesgo de desaparición de una construcción que forma parte del legado histórico del siglo XIX.
Construida en 1873 por orden del entonces director del balneario, Ramón Pérez del Molino, la villa fue nombrada en honor a su hija Amalia, y durante décadas sirvió como residencia familiar. Forma parte del entramado arquitectónico que dio forma al esplendor termal de Solares, uno de los destinos de aguas medicinales más prestigiosos de la región. La Villa Amalia es uno de los pocos edificios de la época que aún conserva su estructura original. Sin embargo, su aspecto actual dista mucho del lujo y la relevancia que tuvo en el pasado. A pesar de que en 2002 se intentó su rehabilitación y en 2006 se reformó el balneario completo, la villa fue excluida del proceso de recuperación.
### La Lista Roja del Patrimonio: Un Llamado a la Acción
El pasado 5 de septiembre, Hispania Nostra incluyó oficialmente la Villa Amalia en su Lista Roja del Patrimonio, que recoge aquellos bienes en grave riesgo de deterioro o desaparición. Esta lista se ha convertido en un instrumento clave para visibilizar el abandono del patrimonio cultural y movilizar a las instituciones responsables. Según la asociación, la villa tiene un alto valor histórico y arquitectónico y su recuperación no solo sería posible, sino también deseable desde el punto de vista cultural y turístico. El edificio forma parte del alma del balneario y podría revalorizar el conjunto termal de Solares.
La inclusión de Villa Amalia en esta lista se suma a una preocupante tendencia en Cantabria, donde varios elementos del patrimonio histórico han sido recientemente señalados por su deterioro. Entre ellos, la ermita de San Pantaleón en Galizano, la Casa Rosales en Santander, el molino del Romano y la ermita de Jesús, María y José en Liendo, o el molino harinero de El Ronzón en Bezana. Este creciente número de bienes en peligro refleja un problema estructural: la falta de mantenimiento, protección legal y proyectos de rehabilitación sostenidos. La Lista Roja de Hispania Nostra, activa desde 2007, pretende precisamente dar visibilidad a esta realidad y fomentar la implicación institucional y ciudadana.
### Futuro de la Villa Amalia: Oportunidades y Desafíos
La entrada de Villa Amalia en la Lista Roja no es solo un diagnóstico, sino también una oportunidad. El edificio, aún en pie, podría ser objeto de un proyecto de recuperación integral que lo devolviera al uso público o cultural, como centro de interpretación del balneario o como espacio para actividades sociales o turísticas. Su ubicación estratégica, su historia ligada al desarrollo termal de la región y su simbolismo como patrimonio olvidado hacen de esta villa un caso urgente, pero también con mucho potencial.
Cantabria posee un valioso legado arquitectónico que debe ser protegido y promovido. La Villa Amalia representa la fragilidad del patrimonio cuando no se actúa a tiempo, pero también la posibilidad de una segunda vida si se toman las decisiones adecuadas. Salvar esta joya del siglo XIX no es solo preservar un edificio, es mantener viva una parte de la identidad cántabra. La comunidad local, junto con las autoridades, tiene la responsabilidad de actuar para evitar que este patrimonio se convierta en un recuerdo lejano.
La Villa Amalia no es solo un edificio; es un símbolo de la historia de Cantabria, un testimonio de su esplendor termal y un recordatorio de la importancia de cuidar y preservar nuestro patrimonio cultural. La historia de la villa es un reflejo de la historia de la región, y su futuro depende de la acción colectiva y del compromiso con la conservación de lo que nos define como comunidad. La Villa Amalia puede renacer, pero necesita el apoyo de todos para hacerlo posible.