La manipulación de los distritos electorales, conocida como gerrymandering, ha sido una práctica común en Estados Unidos desde hace más de dos siglos. Este fenómeno permite a los partidos políticos distorsionar la representación electoral a su favor, lo que plantea serias preguntas sobre la calidad democrática del sistema. En este artículo, exploraremos cómo el gerrymandering afecta la representación política en EE.UU. y compararemos esta situación con el sistema electoral español, que también presenta desigualdades significativas.
### La Historia y la Práctica del Gerrymandering en EE.UU.
El término «gerrymandering» se originó en 1812, cuando el gobernador de Massachusetts, Elbridge Gerry, aprobó un mapa electoral que incluía un distrito con forma de salamandra. Desde entonces, esta práctica ha evolucionado y se ha convertido en una herramienta poderosa para los partidos políticos que buscan maximizar su representación en el Congreso. En la actualidad, el gerrymandering se manifiesta principalmente a través de dos tácticas: el «packing» y el «cracking».
El «packing» consiste en concentrar a los votantes de un partido en un número reducido de distritos, asegurando que esos distritos sean seguros para ese partido. Por otro lado, el «cracking» implica dispersar a los votantes de un partido en varios distritos, de modo que no puedan ganar en ninguno de ellos. Estas tácticas han permitido a los partidos políticos en EE.UU. mantener un control desproporcionado sobre los escaños en el Congreso, a menudo sin reflejar el verdadero apoyo popular.
Un ejemplo claro de esta manipulación se observa en Texas, donde la legislatura estatal, dominada por los republicanos, ha rediseñado los distritos tras el censo de 2020. A pesar de que Donald Trump ganó el estado con el 56% de los votos, los republicanos controlan el 71% de los escaños en la Cámara de Representantes. Este desajuste entre el voto popular y la representación se ha vuelto un tema candente, especialmente con la reciente propuesta de rediseño que busca aumentar aún más la ventaja republicana.
### Comparación con el Sistema Electoral Español
El sistema electoral español, aunque diferente en su estructura, también presenta desigualdades significativas que afectan la representación política. En España, se utiliza un sistema de representación proporcional basado en la fórmula D’Hondt, que se aplica por provincias. Esto significa que el número de votos necesarios para obtener un escaño varía considerablemente entre provincias, lo que puede favorecer a partidos regionales en detrimento de partidos nacionales.
Por ejemplo, en las elecciones de 2023, un escaño en Madrid requería entre 96,000 y 141,000 votos, mientras que en provincias menos pobladas como Soria o Teruel, el número de votos necesarios era significativamente menor. Esta disparidad crea un sistema en el que los partidos regionales pueden obtener representación con menos votos, mientras que partidos con apoyo disperso, como los comunistas o Vox, enfrentan mayores dificultades para conseguir escaños.
La situación se complica aún más por la resistencia de los partidos nacionalistas a cualquier reforma que busque una circunscripción única a nivel nacional, que podría equilibrar el valor del voto en todo el país. Esta falta de voluntad política para reformar el sistema electoral perpetúa las desigualdades existentes y limita la representación de ciertos grupos en el Parlamento.
### El Impacto del Gerrymandering en la Democracia
El gerrymandering, tanto en EE.UU. como en España, socava la esencia de la democracia al permitir que los políticos elijan a sus votantes en lugar de que los votantes elijan a sus representantes. Esta manipulación de los distritos electorales crea una desconexión entre el voto popular y la representación efectiva, lo que puede llevar a la desilusión y la apatía entre los ciudadanos.
En EE.UU., el impacto del gerrymandering ha sido evidente en las elecciones recientes, donde los partidos han utilizado esta práctica para consolidar su poder. A pesar de que los defensores del sistema de distritos uninominales argumentan que fomenta una representación local más directa, la realidad es que este sistema puede distorsionar la representación y favorecer a las élites políticas.
Por otro lado, en España, la desigualdad en la representación electoral también ha generado críticas y llamados a la reforma. La falta de un sistema que garantice una representación equitativa para todos los ciudadanos ha llevado a un debate sobre la necesidad de cambiar el sistema electoral para que refleje mejor la diversidad social del país.
### Alternativas y Soluciones
Algunos países han encontrado soluciones intermedias para evitar el gerrymandering y garantizar una representación más justa. Alemania, por ejemplo, utiliza un sistema mixto que combina distritos uninominales con representación proporcional a nivel nacional. Este enfoque permite que los escaños proporcionales compensen cualquier manipulación local, asegurando que el Bundestag refleje el voto popular de manera más precisa.
La implementación de comisiones electorales independientes, como las que existen en algunos estados de EE.UU., podría ser una solución viable para reducir la manipulación de los distritos y garantizar una mayor transparencia en el proceso electoral. En España, una circunscripción única o un sistema mixto inspirado en el modelo alemán podría equilibrar el valor del voto y mejorar la representación de todos los ciudadanos.
La necesidad de reformas que devuelvan el poder al votante es esencial para fortalecer la libertad y la justicia electoral en ambos países. La democracia debe servir al ciudadano, no a los partidos que manipulan las reglas para mantenerse en el poder. Las reformas electorales deben ser una prioridad para garantizar que todos los votos cuenten y que la representación política sea verdaderamente representativa de la voluntad popular.