La reciente firma de un acuerdo arancelario entre Estados Unidos y la Unión Europea ha generado una serie de reacciones en el ámbito económico, especialmente en regiones como Cantabria, que ha visto una notable disminución en sus exportaciones hacia el mercado estadounidense. Este artículo explora las implicaciones de este pacto y cómo las empresas locales están adaptándose a un entorno comercial en constante cambio.
**Efectos del Acuerdo Arancelario en las Exportaciones Cántabras**
El acuerdo, que establece un arancel general del 15% a las exportaciones europeas hacia Estados Unidos, ha sido recibido con cautela en Cantabria. Según datos de la Dirección Territorial de Comercio y del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), las exportaciones cántabras a EE.UU. han caído un 22,4% hasta mayo de 2025, alcanzando los 28 millones de euros, lo que representa solo el 2% del mercado exterior regional. Esta caída se ha visto impulsada principalmente por la disminución en la exportación de productos siderúrgicos, que han perdido más de 30 millones en ventas en los últimos años.
A pesar de esta caída, algunos sectores han mostrado un crecimiento, como la maquinaria textil y los materiales de construcción, que han ayudado a amortiguar la caída general. Sin embargo, la tendencia a largo plazo en las relaciones comerciales entre Cantabria y Estados Unidos ha sido negativa, y ni el cambio de administración en EE.UU. ha logrado revertir esta situación. En 2024, las exportaciones cántabras habían aumentado un 48,1% en comparación con 2023, pero este incremento no ha sido suficiente para estabilizar el mercado.
Manuel Blanco Madrazo, director territorial del ICEX en Cantabria, ha señalado que la caída en 2025 no se debe a los sectores más exportadores, sino a la disminución en la maquinaria textil y los componentes de automoción. Esto indica que la estructura de exportación de Cantabria está en un proceso de transformación, donde algunos sectores están perdiendo relevancia mientras otros comienzan a ganar terreno.
**Adaptación de las Empresas a Nuevas Realidades Comerciales**
La Cámara de Comercio de Cantabria ha estimado que el nuevo pacto arancelario podría restar aproximadamente 9,76 millones de euros a la economía regional. Tomás Dasgoas, presidente de la Cámara, ha indicado que el impacto será especialmente fuerte en los productos derivados del hierro y del acero, que ya habían mostrado una caída significativa en 2024. Esta situación ha llevado a las empresas a buscar nuevas estrategias para adaptarse a un entorno comercial más desafiante.
En este contexto, Enrique Conde, presidente de CEOE-Cepyme Cantabria, ha destacado la importancia de diversificar mercados. Las empresas cántabras están explorando nuevas oportunidades en Asia, Oriente Medio y América Latina, a través de tratados como el de Mercosur y otros acuerdos con países asiáticos. Esta diversificación no solo busca mitigar el impacto de los aranceles, sino también mejorar el valor añadido de los productos y explorar alternativas para evadir los aranceles mediante cambios en el origen de los productos.
La Autoridad Portuaria de Santander también ha expresado su interés en cómo este nuevo acuerdo puede influir en las dinámicas comerciales. César Díaz, presidente de la APS, ha señalado que el puerto podría beneficiarse de nuevos tráficos de mercancías que se desvíen hacia otros mercados debido a los cambios en los aranceles. Esto podría posicionar al puerto de Santander como un nodo logístico clave en el norte de Europa, especialmente con sus conexiones marítimas regulares.
El sector de la automoción, que representa una parte significativa del PIB industrial de Cantabria, ha manifestado su preocupación por las nuevas políticas arancelarias. Celia Monsalve, gerente del Grupo de Iniciativas Regionales de Automoción (GIRA), ha indicado que aunque el arancel del 15% es un mal menor, sigue siendo un aumento considerable en comparación con las tarifas anteriores. La incertidumbre normativa que rodea al sector podría tener efectos a largo plazo en la cadena de suministro, especialmente si los fabricantes deciden deslocalizar producciones hacia EE.UU.
Desde la perspectiva de las empresas locales, muchas están buscando nuevas oportunidades de negocio. Reinosa Forgings & Castings, por ejemplo, ha indicado que EE.UU. no es actualmente un mercado prioritario, pero están a la espera de conocer más detalles sobre las posibles excepciones que puedan aplicarse. La industria siderúrgica también está evaluando cómo las nuevas medidas podrían abrir oportunidades comerciales en mercados como México y Canadá, dependiendo del tratamiento que se les dé.
A medida que el panorama comercial global continúa evolucionando, las empresas cántabras deben permanecer atentas a las reacciones de sus principales clientes y a las posibles afecciones indirectas que puedan surgir de los cambios en los acuerdos comerciales. La capacidad de adaptación y la búsqueda de nuevas oportunidades serán cruciales para mitigar los efectos negativos de los aranceles y asegurar la competitividad de la economía regional en un entorno cada vez más incierto.