Donald Trump ha dado un giro significativo a su política comercial global al anunciar un nuevo paquete de medidas arancelarias que entrará en vigor el próximo 7 de agosto. Este nuevo esquema, que se implementará con un retraso de seis días respecto a la fecha inicialmente prevista, afecta a más de 40 países y establece un arancel base del 30% para aquellos que no lograron cerrar un acuerdo comercial con Estados Unidos. Sin embargo, también incluye reducciones significativas para aquellos socios que sí alcanzaron entendimientos bilaterales.
La orden ejecutiva emitida por la Casa Blanca establece que las naciones con las que Estados Unidos tiene un desequilibrio comercial negativo enfrentarán una tarifa mínima del 15%. Entre estos países se encuentran Costa Rica, Ecuador, Venezuela y Bolivia. Por otro lado, aquellos estados que mantienen una balanza comercial positiva con EE.UU. se verán sujetos a un gravamen del 10%. Esta nueva política representa un endurecimiento de la postura comercial de Trump, quien ha elevado los aranceles a Canadá del 25% al 35% a partir del viernes.
### Cambios en la Política Arancelaria
En un mensaje publicado en Truth Social, Trump expresó su satisfacción con el nuevo plan, afirmando que «hace un año Estados Unidos era un país muerto, ahora es el más atractivo del mundo». Este comentario se refiere a su intención de contrarrestar lo que él llama una «avalancha de aranceles injustos» que han afectado a la economía estadounidense. La revisión arancelaria, que sigue al llamado ‘Día de la Liberación’ del 2 de abril, ha sido generosa con varios países que negociaron a última hora. Por ejemplo, la Unión Europea logró reducir sus tarifas al 15%, mientras que el Reino Unido se benefició de un arancel aún más bajo del 10%. Corea del Sur también logró fijar su tasa en el 15%.
Sin embargo, no todos los países han sido favorecidos por esta nueva política. La República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial y Suiza se encuentran entre los países que sufrirán aumentos significativos en sus aranceles. Suiza, en particular, enfrentará un 39% de aranceles, mientras que Siria, Laos y Birmania se encuentran entre los más perjudicados, con tarifas que alcanzan el 41% y 40% respectivamente.
La Casa Blanca ha justificado algunas de estas decisiones no solo en base a criterios económicos, sino también por razones de seguridad y geopolítica. Por ejemplo, Canadá, un aliado tradicional, será gravado con un 35% adicional debido a su supuesta falta de cooperación en la lucha contra el tráfico de fentanilo y drogas sintéticas. Además, Brasil enfrentará un arancel combinado de hasta el 50%, lo que incluye un gravamen general del 10% más una sanción del 40% en respuesta a la situación política interna del país.
### Estrategia Diplomática con México y China
En cuanto a México, Trump ha decidido mantener abierta la vía diplomática. Tras una conversación con la presidenta Claudia Sheinbaum, el mandatario estadounidense ha concedido una prórroga de 90 días en la aplicación de la mayoría de los aranceles previstos, posponiendo temporalmente cualquier medida punitiva. Esta decisión refleja la importancia de las relaciones bilaterales y el deseo de evitar tensiones innecesarias en la región.
Respecto a China, las dos potencias han alcanzado un acuerdo provisional que ha llevado a una reducción de los aranceles del 145% al 30% por parte de EE.UU., mientras que Pekín ha reducido sus tasas del 125% al 10%. Este entendimiento, que es de carácter temporal, estará vigente hasta el 12 de agosto, y ambas partes han decidido suspender las restricciones al comercio de recursos estratégicos como tierras raras y semiconductores. Trump ha afirmado que las negociaciones avanzan positivamente, lo que podría llevar a un acuerdo más duradero en el futuro.
A pesar de estos cambios, se mantienen sin modificaciones los aranceles del 50% sobre el acero y el aluminio, y se ha confirmado que los productos derivados del cobre también estarán sujetos al mismo tipo impositivo, a excepción de los cátodos provenientes de países como Chile, que contarán con exenciones específicas. Esta situación refleja la complejidad de la política comercial de Trump, que busca equilibrar los intereses económicos de Estados Unidos con las realidades geopolíticas del mundo actual.
La administración Trump ha defendido su enfoque, argumentando que está restaurando la soberanía económica de Estados Unidos y reduciendo la dependencia externa. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró en una rueda de prensa que el presidente está atrayendo inversiones por billones de dólares y creando empleos bien remunerados para los estadounidenses, priorizando así los intereses comerciales del país. Esta postura ha generado tanto apoyo como críticas, y el impacto de estas políticas se verá en los próximos meses a medida que se implementen las nuevas tarifas y se desarrollen las negociaciones con los países afectados.