La situación en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, con un número creciente de muertes por hambre y desnutrición. En las últimas 24 horas, al menos 19 personas, incluidos varios niños, han fallecido debido a la falta de alimentos, lo que ha llevado a organizaciones internacionales a declarar que la Franja se enfrenta a una inminente crisis de hambruna. La desesperación de los habitantes se ve reflejada en testimonios desgarradores, como el de Mohammed Emad al Din, un barbero que ha visto cómo su familia se enfrenta a la inanición. La guerra, que comenzó en octubre de 2023, ha devastado la economía local y ha hecho que los precios de los alimentos se disparen a niveles insostenibles.
La situación se ha agravado por las severas restricciones impuestas por Israel, que han limitado el acceso a alimentos y medicinas. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha informado que el costo de la harina, un alimento básico, ha aumentado 3.000 veces desde el inicio del conflicto. Esta crisis alimentaria ha llevado a que miles de niños sufran de desnutrición aguda, una condición que puede ser mortal si no se trata a tiempo. Las organizaciones de salud han alertado sobre el colapso del sistema sanitario en Gaza, donde los hospitales no pueden proporcionar ni siquiera los productos básicos necesarios para la atención de los pacientes.
### La Emergencia Sanitaria en Gaza
La crisis humanitaria en Gaza no solo se limita a la falta de alimentos. Los hospitales están al borde del colapso, incapaces de atender a los pacientes debido a la escasez de suministros y personal. El doctor Khalil al Daqran, portavoz del Hospital al-Aqsa, ha declarado que muchos trabajadores de la salud están físicamente incapacitados para seguir trabajando debido a la extrema falta de alimentos. La situación es tan crítica que los hospitales no pueden proporcionar leche en polvo para los lactantes, lo que ha llevado a un aumento alarmante en los casos de desnutrición infantil.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef, más de 5.000 niños menores de cinco años han recibido tratamiento por desnutrición aguda en Gaza solo en el mes de mayo. De estos, más de 600 casos son de desnutrición aguda grave, que requiere atención médica inmediata. La falta de alimentos y medicinas ha llevado a que muchos niños no solo sufran de hambre, sino que también enfrenten enfermedades que podrían haberse prevenido con atención médica adecuada.
La situación se ha vuelto aún más desesperada tras el inicio de las operaciones terrestres por parte del ejército israelí en Deir al-Balah, una ciudad que hasta ahora había permanecido relativamente intacta. La evacuación forzada de los residentes ha dejado a miles de personas sin un lugar seguro al que ir, y muchos se ven obligados a abandonar sus hogares sin saber adónde dirigirse. La incertidumbre y el miedo son palpables entre la población, que se enfrenta a bombardeos constantes y a la amenaza de un conflicto que parece no tener fin.
### La Respuesta Internacional y la Ayuda Humanitaria
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Gaza, pero la respuesta ha sido insuficiente. A pesar de los llamados a la acción, la ayuda humanitaria ha sido limitada y, en muchos casos, ineficaz. Israel ha impuesto un bloqueo severo desde marzo de 2023, lo que ha impedido la entrada de suministros esenciales. Aunque se han realizado algunos intentos de canalizar la ayuda a través de organizaciones privadas, estas iniciativas han sido criticadas por su falta de transparencia y eficacia.
La Fundación Humanitaria de Gaza, encargada de distribuir la ayuda, ha sido objeto de controversia, y muchos grupos de ayuda la consideran una «trampa mortal». Desde que esta entidad asumió el control de la distribución de alimentos, se han reportado numerosos incidentes de violencia, incluidos disparos del ejército israelí contra personas que intentaban acceder a la ayuda. Este clima de violencia ha llevado a que casi 1.000 personas hayan muerto en su búsqueda de alimentos y medicinas.
El PMA ha advertido que la situación en Gaza podría empeorar aún más si no se toman medidas inmediatas para aliviar el sufrimiento de la población. La falta de acceso a alimentos y atención médica no solo afecta a los adultos, sino que los niños son los más vulnerables en esta crisis. La comunidad internacional debe actuar con urgencia para garantizar que la ayuda humanitaria llegue a quienes más la necesitan y para poner fin a las hostilidades que han llevado a esta devastadora situación.
La crisis en Gaza es un recordatorio doloroso de las consecuencias de los conflictos prolongados y de la necesidad de una solución duradera que garantice la paz y la seguridad para todos los involucrados. Sin un cambio significativo en la política y un compromiso real con la paz, la población de Gaza seguirá sufriendo las consecuencias de una guerra que parece no tener fin.