El verano de 2025 ha traído consigo un aumento notable en los casos de COVID-19 en España, impulsado por la nueva variante NB.1.8.1. Este incremento se produce en un contexto donde el país enfrenta olas de calor, lo que ha generado preocupación entre las autoridades sanitarias y la población en general. Según el último Informe de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda, elaborado por el Instituto de Salud Carlos III y el Centro Nacional de Epidemiología, la tasa de enfermedades respiratorias ha alcanzado los 252,7 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra que, aunque aún está por debajo del umbral epidémico de 400, supera las expectativas para esta época del año.
### La Incidencia de la Nueva Variante
La variante NB.1.8.1 ha sido identificada como el principal responsable del aumento en los casos de COVID-19. Aunque los datos muestran que la positividad semanal de esta variante se sitúa en más del 20%, los casos sintomáticos han sido reportados en 14,6 por cada 100.000 habitantes. Esta cifra es inferior a la registrada en temporadas anteriores, donde se alcanzaron picos de hasta 60 casos por cada 100.000 habitantes en 2023-2024. Sin embargo, la tendencia actual es preocupante, ya que se observa un ligero aumento en comparación con la misma semana del año anterior.
La variante NB.1.8.1 no solo ha incrementado la tasa de contagios, sino que también ha afectado a grupos vulnerables, especialmente a los niños menores de cinco años. La incidencia de bronquitis y bronquiolitis en este grupo etario ha alcanzado niveles alarmantes, con aproximadamente 115 casos por cada 100.000 habitantes, lo que representa la cifra más alta en años recientes. Esto ha llevado a las autoridades de Atención Primaria a intensificar sus esfuerzos para controlar la propagación de la enfermedad y proteger a los más jóvenes.
### Síntomas Asociados a la Variante NB.1.8.1
Los síntomas asociados a la variante NB.1.8.1 son similares a los que se han observado desde el inicio de la pandemia. Según el profesor William Schaffner, experto en enfermedades infecciosas, no hay características distintivas que diferencien a esta variante de las anteriores, más allá de la posibilidad de que las variantes más tempranas causaran un mayor número de hospitalizaciones. Los síntomas típicos incluyen:
– Fiebre
– Escalofríos
– Tos
– Dolor de garganta
– Congestión
– Fatiga
– Dificultad para respirar
– Diarrea
A pesar de que la mayoría de la población en países desarrollados ha recibido la vacuna, lo que proporciona un nivel de protección, la aparición de esta nueva variante ha llevado a un aumento en la preocupación pública. Las autoridades sanitarias han instado a la población a mantenerse alerta y a seguir las recomendaciones de salud pública, que incluyen el uso de mascarillas en espacios cerrados y el distanciamiento social, especialmente en áreas con alta transmisión del virus.
El aumento de casos de COVID-19 en pleno verano plantea desafíos adicionales, ya que la combinación de altas temperaturas y la propagación del virus puede tener un impacto significativo en la salud pública. Las autoridades están trabajando para monitorear la situación y ajustar las medidas de salud pública según sea necesario para contener la propagación de la variante NB.1.8.1 y proteger a la población.
A medida que el verano avanza, es crucial que la población permanezca informada sobre la situación y siga las pautas de salud recomendadas. La vigilancia continua y la cooperación de todos son esenciales para mitigar el impacto de esta nueva variante y garantizar la salud y seguridad de la comunidad.