La evolución del rol de los responsables de Tecnología de la Información (TI) ha sido notable en los últimos años. De ser meros gestores de sistemas, han pasado a convertirse en líderes estratégicos que impulsan la eficiencia y la innovación dentro de las organizaciones. Este cambio de paradigma es fundamental para entender cómo los CIO pueden equilibrar la reducción de costes con la necesidad de aportar valor a sus empresas.
### La Nueva Realidad de los CIO: Eficiencia y Control de Costes
La presión por reducir costes es una constante en el ámbito de TI. Sin embargo, la forma en que se aborda esta exigencia puede variar significativamente según el tipo de proyecto y el contexto de la organización. Por ejemplo, Óscar Campos, IT Director de Circutor, enfatiza que «el coste no puede gobernar lo que estamos haciendo cuando hablamos de innovación a dos o tres años vista». Esto implica que, aunque el control de gastos es crucial en las operaciones diarias, la innovación requiere una visión a largo plazo que a menudo necesita inversiones iniciales más elevadas.
En este sentido, Miquel Martì Climent, IS&T Director de Agbar, resalta que la dirección de las empresas demanda eficiencia de manera continua. Para él, es esencial justificar cada inversión con un enfoque claro en el valor que aporta al negocio. Esta perspectiva es compartida por Enric Vallcorba, Regional Sales Director de HCLSoftware, quien menciona que «se nos exige no solo eficiencia, sino también aportar valor rápidamente y de forma sencilla». La clave aquí es encontrar un equilibrio entre la necesidad de controlar costes y la urgencia de innovar.
Roberto Lázaro, Director de Ventas de SUSE, añade que su empresa se enfoca en optimizar los costes operativos (OPEX) en infraestructuras tradicionales, permitiendo que esos recursos se reinviertan en innovación. Este enfoque es vital, ya que la innovación a menudo requiere un tipo de financiación diferente y más flexible.
### Presupuesto y Formación: Claves para el Éxito
Más allá del control de gastos, los CIO también enfrentan el desafío de asegurar que cuentan con el presupuesto adecuado para llevar a cabo sus iniciativas. Pablo Giancarli, Regional IT Manager de Rhenus Air & Ocean, menciona que han logrado ganar la confianza de la dirección, lo que ha llevado a que ya no se les pida recortes, sino resultados. Esto se ha logrado a través de la optimización de contratos y la búsqueda de hacer más con los mismos recursos.
Desde el sector público, Xavier Altafulla, Cap de Bon Govern del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, subraya la importancia de ver la inversión en herramientas tecnológicas como una oportunidad para mejorar la productividad. Por ejemplo, al discutir el coste de herramientas como Copilot, señala que su impacto en la productividad justifica su inversión, ya que representa menos del 0,1% del coste anual de un empleado.
Gabriel Vallejos, Responsable de Proyectos de HSI, coincide en que el verdadero valor de las inversiones en tecnología radica en cómo se utilizan. La formación adecuada es esencial para maximizar el retorno de estas inversiones. Reducir costes sin afectar la productividad es uno de los mayores retos que enfrentan los departamentos de TI en la actualidad. Albert Sierra, Director de Tecnología de la Cámara de Comercio de Barcelona, enfatiza que el verdadero reto está en liderar la transformación cultural dentro de la organización. Esto implica no solo la adopción de nuevas tecnologías, sino también la capacitación de los empleados para utilizarlas de manera efectiva.
### Estrategias para la Reducción de Costes y Aumento de Productividad
La combinación de planificación estratégica, redefinición de prioridades y un fuerte enfoque en la capacitación y el cambio cultural son esenciales para lograr un equilibrio entre la reducción de costes y el aumento de la productividad. Campos destaca que, aunque el control de costes es crucial para las iniciativas operativas, los proyectos de desarrollo requieren un enfoque más flexible y una mayor inversión.
Manel Rodríguez, CIO de Educa Borras Group, también enfatiza la importancia de justificar cada inversión con un enfoque en el valor de negocio. Esto implica diferenciar entre las acciones que son puramente técnicas y aquellas que impactan directamente en las unidades de negocio. Vallcorba añade que el reto está en aportar valor de manera rápida y medible, lo que se traduce en una mayor eficiencia operativa.
La adopción de nuevas tecnologías es un aspecto crítico en este proceso. Vallejos advierte que muchos proyectos fracasan porque los usuarios no adoptan la tecnología. Por ello, es fundamental implementar programas de adopción intensivos, especialmente en el contexto de la inteligencia artificial. No basta con implantar herramientas; es necesario enseñar a los empleados a utilizarlas y medir su impacto en la productividad.
Sierra también destaca la importancia de medir el uso real de las soluciones tecnológicas para vincularlas a la productividad. Esto implica no solo evaluar cuánto tiempo se ahorra, sino también qué hacen los empleados con ese tiempo. La formación y el acompañamiento son tan relevantes como la tecnología misma, y es esencial que los CIO lideren estos esfuerzos.
### Herramientas y Tecnologías que Impulsan la Eficiencia
La reducción de costes sin sacrificar la productividad también depende de las herramientas y tecnologías específicas que se implementen. La automatización, la digitalización y la mejora de la experiencia del empleado son áreas clave que pueden generar resultados medibles. Lázaro menciona que no existe una solución perfecta; el reto radica en encontrar la tecnología adecuada que se alinee con las necesidades del cliente.
El papel de los partners tecnológicos es igualmente crucial. Climent destaca que, para servicios más estandarizados, se opta por modelos multiproveedor, pero cuando se busca una transformación real, es vital contar con socios que se comprometan con objetivos de ahorro concretos. Esto permite a las organizaciones no solo optimizar sus costes, sino también mejorar la calidad de sus servicios.
La experiencia del empleado es fundamental para lograr una buena experiencia del cliente. Vallcorba señala que muchas empresas están invirtiendo en plataformas que mejoran la productividad interna como una vía para optimizar el servicio final. La formación y el acompañamiento son tan relevantes como la tecnología misma, y es esencial que los CIO lideren estos esfuerzos.
Finalmente, el papel del CIO ha evolucionado de ser un gestor técnico a convertirse en un líder estratégico en la toma de decisiones corporativas. En un entorno marcado por la transformación digital, los responsables de TI deben tener una visión global y la capacidad de generar confianza en toda la organización. Esto implica no solo hablar de tecnología, sino también de procesos, cultura empresarial e inversiones con retorno.