Una fuerte tormenta que azotó la comarca burgalesa de Las Merindades el pasado viernes ha llevado a la evacuación de cerca de 400 personas, la mayoría menores de edad, de varios campamentos de verano. Entre los evacuados se encuentran 90 jóvenes de Cantabria, con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años, que se encontraban en un campamento en la localidad de Nela. Además, otros 96 menores del País Vasco también fueron evacuados de un campamento cercano. La situación meteorológica, caracterizada por intensas precipitaciones de lluvia y granizo, provocó un rápido deterioro del terreno, lo que afectó gravemente la seguridad de las instalaciones y dificultó la movilidad de los evacuados.
La intervención fue coordinada por la Guardia Civil de Burgos, que movilizó patrullas de Seguridad Ciudadana y agentes del Destacamento de Tráfico para facilitar el desalojo. Todos los menores y sus monitores fueron trasladados al polideportivo municipal de Villarcayo, que fue habilitado como espacio de emergencia, donde se les proporcionó un refugio seguro. Esta rápida respuesta de los equipos de emergencia fue crucial para garantizar la seguridad de los jóvenes.
### Condiciones Meteorológicas y Respuesta de Emergencia
La tormenta que causó la evacuación fue tan intensa que las condiciones meteorológicas y el estado del terreno impidieron el uso de vehículos convencionales en algunas áreas. Esto llevó a la Guardia Civil a activar recursos extraordinarios para el traslado de los menores. En total, se evacuaron tres campamentos, incluyendo uno en Loma de Montija, donde se encontraban 140 menores de entre 8 y 18 años, junto con sus monitores y el equipo organizador. La situación fue calificada como una «emergencia controlada» gracias a la rápida y eficaz intervención de los equipos de emergencia.
Desde el Instituto Armado se aseguró que todos los menores y monitores estaban bien y bajo supervisión constante. Además, se agradeció la colaboración de las familias y la serenidad mostrada por los jóvenes durante el proceso de evacuación. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) había emitido un aviso naranja por tormentas en la zona norte de Burgos, lo que permitió a los equipos de seguridad estar en alerta y preparados para actuar.
### Seguridad y Protocolos en los Campamentos
Las autoridades han destacado que los campamentos cumplían con los protocolos de seguridad y planes de contingencia establecidos para situaciones meteorológicas adversas. Esto facilitó una evacuación ordenada, rápida y sin incidencias personales. La Guardia Civil ha emitido un mensaje de tranquilidad a las familias, subrayando que los menores están siendo atendidos por personal cualificado y que se mantendrán informados a través de los canales oficiales de cada campamento.
La seguridad de los participantes ha sido prioritaria en todo momento. Los campamentos permanecerán cerrados hasta que las condiciones climatológicas y del terreno permitan una valoración técnica completa de los daños y de las condiciones de habitabilidad. Las autoridades locales, junto con los servicios de emergencias y voluntarios, han trabajado de manera coordinada para asegurar que la evacuación se realizara sin contratiempos.
La situación ha puesto de manifiesto la importancia de contar con planes de emergencia bien estructurados y la capacidad de respuesta ante situaciones imprevistas. La colaboración entre diferentes organismos y la preparación de los campamentos han sido claves para garantizar la seguridad de los menores en un momento de crisis. Las familias de los evacuados han sido informadas de manera continua sobre la situación, lo que ha contribuido a reducir la ansiedad y preocupación en torno a la seguridad de sus hijos.
La rápida respuesta de las autoridades y la eficacia de los protocolos de seguridad han sido fundamentales para manejar esta emergencia. A medida que se evalúan los daños y se restablecen las condiciones adecuadas, se espera que los campamentos puedan reanudar sus actividades en un futuro cercano, siempre que se garantice la seguridad de todos los participantes.