Pamplona ha dado inicio a sus emblemáticas fiestas de San Fermín con el tradicional chupinazo, un evento que este año ha tomado un giro significativo al ser protagonizado por la plataforma Yala Nafarroa, un colectivo que apoya la causa palestina. Este acto simbólico, que marca el comienzo de nueve días de celebración, se llevó a cabo al mediodía del 6 de julio de 2025, y resonó con el grito de «¡Viva Palestina libre, viva San Fermín!».
La elección de Yala Nafarroa como encargada de lanzar el chupinazo fue resultado de una consulta popular, donde la plataforma, que agrupa a 225 colectivos y más de 1.700 personas, fue seleccionada para representar la lucha por una Palestina libre y en contra del genocidio y la ocupación. Este gesto ha sido recibido con entusiasmo por muchos, quienes ven en él una forma de visibilizar la situación del pueblo palestino en un evento de gran relevancia cultural y social como lo son los Sanfermines.
El chupinazo de este año no solo ha tenido un carácter festivo, sino que también ha sido un acto de solidaridad internacional. En un contexto donde las fiestas navarras están cubiertas por 140 medios de comunicación de 13 países, la atención se ha centrado en la importancia de la inclusión y la diversidad, valores que se han querido resaltar en el programa de actividades.
El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, ha invitado a los ciudadanos y visitantes a disfrutar de lo que él considera «la mejor fiesta del mundo», destacando la capacidad de la ciudad para exportar su cultura festiva a nivel internacional. Las festividades, que se extenderán hasta el 14 de julio, contarán con un programa oficial que incluye 517 actos, buscando reforzar la inclusión y la descentralización en sus actividades.
Entre las novedades de este año, se ha anunciado la creación de un nuevo espacio dedicado a la música electrónica, ubicado en el parque de la Taconera, que se suma a los espacios tradicionales destinados a jóvenes, familias y peñas. Sin embargo, es importante mencionar que este domingo no se llevarán a cabo los encierros, que comenzarán el lunes 7 de julio con la ganadería Fuente Ymbro.
La celebración de San Fermín es conocida por su ambiente festivo y su rica tradición, pero este año, el chupinazo ha servido como un recordatorio de que las fiestas pueden ser también una plataforma para la concienciación social. La participación de Yala Nafarroa ha permitido que la voz de aquellos que luchan por la libertad y los derechos humanos resuene en un evento que atrae a miles de personas cada año.
La combinación de fiesta y mensaje solidario ha generado un ambiente de reflexión entre los asistentes, quienes han podido disfrutar de la música, la gastronomía y la cultura local, al tiempo que se han sensibilizado sobre la situación en Palestina. Este enfoque ha sido bien recibido por muchos, quienes consideran que es fundamental utilizar espacios de gran visibilidad para promover causas justas.
A medida que las festividades continúan, se espera que el espíritu de solidaridad y comunidad se mantenga presente en cada uno de los actos programados. La conexión entre la celebración de San Fermín y la lucha por los derechos humanos es un recordatorio de que la cultura puede ser un vehículo poderoso para el cambio social.
El chupinazo de San Fermín 2025 no solo ha marcado el inicio de una fiesta, sino que también ha abierto un espacio para el diálogo y la reflexión sobre temas que afectan a la humanidad en su conjunto. La combinación de alegría y compromiso social es un testimonio de cómo las tradiciones pueden evolucionar y adaptarse a los tiempos actuales, manteniendo su esencia festiva mientras se abren a nuevas realidades y luchas.
Así, Pamplona se convierte en un escenario donde la fiesta y la solidaridad se entrelazan, mostrando que la cultura puede ser un motor de cambio y un espacio para la inclusión y la diversidad. La comunidad navarra, al unirse en torno a la causa palestina, ha demostrado que la celebración de su identidad cultural puede ir de la mano con la defensa de los derechos humanos en todo el mundo.