La ciudad de Madrid se ha convertido en el epicentro del Orgullo LGTBIQ+ en Europa, albergando una masiva manifestación que reunió a miles de personas en defensa de los derechos del colectivo. Este evento, que se celebró el pasado sábado, no solo fue una celebración de la diversidad, sino también una respuesta contundente a la creciente ola de LGTBIfobia que se ha manifestado en diversas partes del continente. Bajo el lema ’20 años avanzando en derechos: Ni un paso atrás’, los asistentes marcharon con el objetivo de conmemorar el aniversario de la aprobación del matrimonio igualitario en España, al tiempo que exigieron la protección de sus derechos frente a la adversidad.
La marcha, que se extendió por más de dos horas, fue un espectáculo vibrante y colorido, con 47 carrozas que acompañaron a los manifestantes. A lo largo del recorrido, se escucharon gritos de protesta contra las terapias de conversión y un firme compromiso de no retroceder en la lucha por los derechos humanos. La participación de familias y amigos del colectivo fue notable, destacando la importancia del apoyo familiar en la lucha por la igualdad. Amparo, una madre de 53 años, expresó su deseo de visibilizar la lucha de su hija trans, afirmando que la lucha por los derechos LGTBIQ+ es una responsabilidad compartida que involucra a todos.
La manifestación también sirvió como un recordatorio de los desafíos que enfrenta el colectivo. Ángeles Blanco, vocal de Delitos de Odio de la Federación Estatal LGTBI+, reveló que desde su nombramiento en octubre de 2024, han registrado un aumento alarmante en las agresiones, tanto físicas como verbales. Este incremento en la violencia ha sido atribuido a la normalización de discursos de odio en la sociedad, lo que ha llevado a un clima de miedo y vulnerabilidad entre las personas LGTBIQ+. La situación se ha vuelto crítica, con un aumento en las agresiones que ha pasado de 6,8 en 2023 a 16,25 en 2024, lo que subraya la necesidad de un cambio inmediato en la percepción social y legal hacia el colectivo.
La manifestación no solo fue un espacio de reivindicación, sino también de celebración. A pesar de las nubes que amenazaban con lluvia, el ambiente se mantuvo festivo, con vendedores ambulantes ofreciendo bebidas y productos relacionados con el Orgullo. La música y la danza acompañaron a los manifestantes, quienes se unieron en un canto colectivo de resistencia y esperanza. Gema Salcedo, una joven de 30 años, compartió su experiencia, destacando la importancia de estar presente en la marcha para garantizar que no se retroceda en los derechos adquiridos. La comunidad LGTBIQ+ se unió en un llamado a la acción, exigiendo un Pacto de Estado contra los discursos de odio y la implementación efectiva de leyes que protejan sus derechos.
La marcha culminó con la lectura de un manifiesto que no solo celebró los logros alcanzados en las últimas dos décadas, sino que también exigió un compromiso firme por parte de las autoridades para garantizar la igualdad y la inclusión. Los convocantes enfatizaron que el Orgullo es más que una celebración; es una respuesta a la opresión y un recordatorio de que la lucha por los derechos LGTBIQ+ es una lucha por los derechos humanos en general. La frase «No volveremos al armario» resonó entre los asistentes, simbolizando la determinación del colectivo de no aceptar la censura ni el olvido.
La marcha del Orgullo en Madrid se ha consolidado como un evento clave en la lucha por los derechos LGTBIQ+, no solo en España, sino en toda Europa. La participación masiva y el apoyo de diversas comunidades reflejan un compromiso colectivo por la igualdad y la justicia. A medida que la sociedad enfrenta un aumento en los discursos de odio y la violencia, eventos como este son esenciales para recordar la importancia de la solidaridad y la resistencia. La comunidad LGTBIQ+ y sus aliados están decididos a seguir avanzando, a no dar ni un paso atrás en la lucha por sus derechos, y a construir un futuro donde la diversidad sea celebrada y protegida.