La comunidad de Mogro se encuentra sumida en un profundo dolor tras la repentina muerte de Rodolfo Coterillo Poo, conocido por todos como el carnicero del pueblo. Su fallecimiento, ocurrido en la playa de Usil, ha dejado una huella imborrable en los corazones de quienes lo conocieron y apreciaron. Rodolfo, que había sido un pilar en la vida cotidiana de muchos, falleció mientras disfrutaba de un momento de tranquilidad en el agua, tras haber pasado por una reciente operación. La noticia de su muerte, confirmada por la teniente alcalde de Miengo, Elena Castillo, ha conmocionado a la comunidad, que lo recuerda no solo como un comerciante, sino como un amigo y confidente.
La tragedia ocurrió cuando una joven que practicaba paddle surf encontró a Rodolfo flotando en el agua. Aunque no se ha confirmado oficialmente la causa de su muerte, se sospecha que pudo haber sufrido un colapso súbito, posiblemente un infarto. La reacción de los vecinos ha sido de incredulidad y tristeza, con muchos acercándose a su carnicería, que permanece cerrada, para rendir homenaje a un hombre que dedicó su vida al trabajo y al servicio de su comunidad.
### Un Pilar en la Comunidad
Rodolfo Coterillo no era solo un carnicero; era una figura central en la vida de Mogro. Su carnicería era más que un simple establecimiento comercial; era un lugar de encuentro donde los vecinos se reunían para intercambiar historias, consejos y recetas. “Ibas a por chuletas y salías con media receta, consejos para el asado y alguna historia del pueblo”, recordaba un cliente habitual, reflejando la conexión que Rodolfo había cultivado con su clientela a lo largo de los años.
La teniente alcalde, Elena Castillo, expresó el sentir del municipio al afirmar que “estamos todos profundamente consternados”. La pérdida de Rodolfo ha generado una enorme tristeza, no solo en Mogro, sino en todo el municipio de Miengo. “Era una persona muy cercana, trabajadora, siempre con buena disposición. Su ausencia se va a notar profundamente”, añadió Castillo, subrayando la importancia de personas como Rodolfo en la esencia de los pueblos.
La comunidad ha respondido a esta tragedia con un sentido de unidad y apoyo. Muchos vecinos han compartido sus recuerdos y anécdotas sobre Rodolfo, resaltando su amabilidad y dedicación. “Trabajó toda su vida. Nunca falló. Y cuando por fin se estaba cuidando un poco… se va así. Es injusto”, lamentaba un vecino, reflejando la rabia y la tristeza que acompaña a la pérdida de alguien tan querido.
### Un Último Adiós
La comunidad de Mogro se prepara para despedir a Rodolfo en una ceremonia que promete ser un emotivo homenaje a su vida y legado. La capilla ardiente se abrirá el lunes 30 de junio a las 17:00 horas en el Velatorio de Polanco, donde amigos y familiares podrán rendir sus respetos. El funeral se llevará a cabo el martes 1 de julio a las 16:00 horas en la Iglesia Parroquial de Mogro, seguido de la inhumación en el cementerio local.
Este último adiós no solo será un momento de duelo, sino también una celebración de la vida de un hombre que dedicó su existencia a servir a su comunidad. Rodolfo Coterillo no solo vendía carne; alimentaba el corazón de un pueblo que hoy lo llora. La frase “toda la vida trabajando para que le pase esto” resuena en los labios de los vecinos, encapsulando el dolor de una pérdida que parece injusta y prematura.
La historia de Rodolfo es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de valorar a quienes nos rodean. Su legado perdurará en la memoria de aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo y en la comunidad que él ayudó a construir. En un mundo donde las conexiones humanas a menudo se ven eclipsadas por la rutina diaria, la vida de Rodolfo Coterillo destaca como un ejemplo de dedicación y amor por su gente. Su ausencia dejará un vacío que será difícil de llenar, pero su espíritu vivirá en cada recuerdo compartido y en cada historia contada en la carnicería que fue su hogar durante tantos años.