La reciente ofensiva militar contra Irán, liderada por Estados Unidos e Israel, ha marcado un punto de inflexión en el equilibrio de poder en Oriente Medio. Uzi Rabi, investigador del Centro para Estudios Iraníes de la Universidad de Tel Aviv, ofrece una perspectiva profunda sobre las implicaciones de esta operación, que va más allá de lo militar y busca desmantelar la red de influencia que Teherán ha tejido en la región. En una entrevista, Rabi explica cómo esta acción se enmarca dentro de una estrategia más amplia para debilitar a Irán y sus aliados, conocidos como el «eje de la resistencia».
La ofensiva, que comenzó el 13 de junio, se considera una respuesta a lo que Israel percibía como una amenaza inminente. Según Rabi, el ataque no fue un acto improvisado, sino el resultado de una cuidadosa planificación y coordinación entre la administración Trump y el gobierno israelí. La operación se centró en atacar las instalaciones nucleares iraníes, con el objetivo de obligar a Teherán a aceptar un acuerdo que limitara su capacidad nuclear de manera drástica. Esto incluye la prohibición total del enriquecimiento de uranio y un régimen de vigilancia internacional estricto.
### La Metáfora del Pulpo: La Influencia de Irán en Oriente Medio
Rabi utiliza la metáfora del pulpo para describir la vasta red de influencia de Irán en la región. A lo largo de las últimas cuatro décadas, Irán ha extendido sus «tentáculos» a través de grupos como Hezbolá en Líbano, Hamás en Gaza, milicias chiíes en Irak y los hutíes en Yemen. Esta red ha sido fundamental para el mantenimiento del poder del régimen iraní. Sin embargo, en los últimos meses, Israel ha logrado cortar varios de estos brazos, debilitando la capacidad de Irán para proyectar su influencia.
El ataque reciente, que Rabi describe como un golpe a la «cabeza del pulpo», busca desmantelar la estructura central del régimen iraní. A través de esta operación, se pretende no solo debilitar a los grupos aliados de Irán, sino también atacar directamente a las instalaciones nucleares que representan una amenaza para la seguridad regional. Rabi señala que el ataque no busca la destrucción total del programa nuclear, sino más bien forzar a Irán a aceptar condiciones que serían consideradas humillantes por su liderazgo.
La respuesta de la sociedad israelí a esta ofensiva ha sido notable. A pesar de las críticas internas, existe un consenso sobre la necesidad de una respuesta estratégica a las amenazas percibidas. La resiliencia del pueblo israelí ha sido puesta a prueba, especialmente tras los eventos del 7 de octubre de 2023, que Rabi describe como una catástrofe, pero también como una lección sobre la necesidad de una defensa robusta.
### El Futuro de Irán y el Papel de Actores Internacionales
El futuro de Irán tras esta ofensiva es incierto. Rabi advierte que, aunque el régimen ha sido debilitado, aún posee la capacidad técnica para reactivar su programa nuclear si conserva el uranio que ha ocultado. La búsqueda de este material se ha convertido en una prioridad tanto para Israel como para Estados Unidos, que temen que Irán pueda reanudar su avance nuclear en un corto plazo.
En este nuevo contexto, el papel de actores internacionales como China y los países árabes se vuelve crucial. Mientras que los países del Golfo expresan inquietud públicamente, muchos ven la situación actual como una oportunidad para debilitar aún más al régimen iraní. Por otro lado, China se presenta como un rival estratégico para Estados Unidos en la región, lo que complica aún más el panorama geopolítico.
Rabi enfatiza que cualquier cambio en el régimen iraní debe venir desde dentro, ya que el actual gobierno está profundamente enraizado en la sociedad iraní y se sostiene a través de la fuerza. La posibilidad de un cambio de régimen es vista como un deseo generalizado en Israel, pero la realidad es que el régimen iraní ha demostrado ser resistente a lo largo de los años.
La situación en Oriente Medio sigue siendo volátil, y las acciones de Estados Unidos e Israel están diseñadas no solo para debilitar a Irán, sino también para reconfigurar el equilibrio de poder en la región. A medida que se desarrollan estos eventos, el futuro de Irán y su influencia en Oriente Medio permanecerá en el centro del debate geopolítico.