El apagón ocurrido el 28 de abril en Madrid ha generado un intenso debate sobre las responsabilidades y causas detrás de este evento. Las empresas eléctricas han señalado a Red Eléctrica como el principal culpable, argumentando que el colapso energético fue resultado de un fallo en el control de tensión. Esta situación ha llevado a una serie de informes y declaraciones que intentan esclarecer lo sucedido, pero también han abierto la puerta a acusaciones y defensas entre los distintos actores del sector energético.
La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec), que representa a grandes compañías como Iberdrola y Endesa, ha emitido un comunicado en el que sostiene que si se hubiera acoplado más generación convencional el día del apagón, el incidente no habría ocurrido. Según Aelec, el operador del sistema, Red Eléctrica, tiene la responsabilidad de garantizar la continuidad y seguridad del suministro eléctrico, y su gestión fue inadecuada en este caso. Las eléctricas han defendido que sus centrales operaron conforme a la normativa vigente, y que la falta de generación convencional conectada a la red fue la causa principal del cero energético.
### La Responsabilidad de Red Eléctrica
El papel de Red Eléctrica ha sido objeto de críticas por parte de las empresas generadoras. Aelec ha señalado que el operador no ha utilizado adecuadamente las tecnologías síncronas, que son esenciales para mantener la estabilidad del sistema eléctrico. Durante el apagón, Red Eléctrica desconectó ciclos de gas para dar paso a la energía solar, lo que, según las eléctricas, contribuyó a la falta de tensión en la red. La patronal ha argumentado que si se hubieran mantenido estas fuentes de generación, el colapso podría haberse evitado.
Además, Aelec ha cuestionado la validez de los informes emitidos por Red Eléctrica y el Gobierno, sugiriendo que no han analizado adecuadamente las fluctuaciones que precedieron al apagón. Según su análisis, el número de grupos térmicos acoplados el día del incidente era el más bajo del año, lo que agravó la situación. Las primeras plantas que se desconectaron fueron las de Andalucía y Extremadura, lo que indica que la falta de generación en el sur del país fue un factor crítico.
### Análisis de los Informes y Acusaciones
La guerra de informes ha puesto de manifiesto las tensiones entre las eléctricas y el operador del sistema. Mientras que Red Eléctrica ha señalado a las empresas generadoras como corresponsables del fallo, Aelec ha defendido que las desconexiones automáticas de las plantas no fueron la causa del apagón, sino un efecto de un fallo sistémico más amplio. La patronal ha calificado de «poco probable» que tantas centrales experimentaran fallos simultáneamente, sugiriendo que el problema radica en la gestión de la red por parte de Red Eléctrica.
El informe de Aelec también ha puesto el foco en los episodios de sobretensión que se habían advertido en la red entre 2021 y 2023, vinculándolos con la creciente penetración de energías renovables. Aelec ha criticado que las plantas renovables no tienen la obligación de controlar la tensión de manera dinámica, a diferencia de las plantas nucleares y de ciclos combinados, lo que podría haber contribuido a la inestabilidad del sistema.
A pesar de las acusaciones, Aelec ha defendido que las plantas generadoras actuaron de acuerdo con los procedimientos establecidos y que la desconexión de cualquier central no debería haber llevado a un apagón total. La patronal ha insistido en que las plantas renovables fueron más bien víctimas de la falta de control del gestor de la red, y no los causantes del problema.
### La Reacción del Sector y el Futuro Energético
La situación ha generado un clima de incertidumbre en el sector energético español. Las empresas eléctricas han expresado su preocupación por la posibilidad de que un incidente similar pueda ocurrir en el futuro. Marta Castro, directora de regulación de Aelec, ha señalado que las centrales siguen siendo las mismas y que no se han tomado las medidas necesarias para evitar un nuevo apagón. Además, ha criticado que no se pusieran en marcha todas las plantas hidroeléctricas que podrían haber contribuido a estabilizar el sistema.
El debate sobre la gestión de la red eléctrica y la integración de energías renovables se intensifica a medida que el país avanza hacia una mayor dependencia de fuentes de energía limpias. La necesidad de un marco regulatorio claro y efectivo que garantice la estabilidad del sistema eléctrico es más urgente que nunca. Las lecciones aprendidas del apagón del 28 de abril podrían ser fundamentales para evitar futuros incidentes y asegurar un suministro eléctrico fiable y sostenible para todos los ciudadanos.