La liberalización del transporte ferroviario en España ha sido un tema candente en los últimos años, especialmente con la llegada de nuevos operadores que buscan competir con Renfe. Sin embargo, la falta de trenes adecuados, especialmente de la marca Talgo, ha puesto en jaque los planes de expansión y modernización del servicio ferroviario en el país. Este artículo explora las implicaciones de esta situación y los actores involucrados en el proceso de liberalización.
La liberalización del transporte ferroviario en España comenzó con la apertura de ciertos corredores a la competencia, permitiendo la entrada de empresas como Ouigo e Iryo. En septiembre de 2025, se lanzará una nueva ronda de licitación para que más operadores puedan unirse a la contienda, ampliando así la oferta de servicios de trenes de alta velocidad. Sin embargo, el verdadero desafío radica en la infraestructura y la disponibilidad de trenes que puedan operar en estos nuevos corredores.
### La Tecnología de Talgo y su Impacto en la Competencia
Talgo, conocido por su tecnología de rodadura desplazable, se ha convertido en un actor clave en esta transición. La compañía ha enfrentado problemas de capacidad industrial, lo que ha retrasado la producción de nuevos trenes necesarios para satisfacer la demanda de los operadores que buscan expandir sus rutas. La situación se complica aún más debido a que los corredores que se abrirán en esta segunda fase de liberalización requieren trenes que cumplan con especificaciones técnicas específicas, como el ancho ibérico.
CAF, otro fabricante de trenes, ha comenzado a posicionarse como una alternativa viable. Con la tecnología necesaria para fabricar trenes que se adapten a diferentes anchos de vía, CAF podría ser una solución a largo plazo. Sin embargo, la implementación de esta tecnología y la producción de nuevos trenes llevarán tiempo, lo que podría dilatar aún más la llegada de nuevos servicios a los corredores deseados.
Los operadores de trenes han expresado su preocupación por la falta de seguridad jurídica y estabilidad en el mercado. Ouigo, por ejemplo, ha señalado que la colaboración con Talgo es esencial para garantizar que puedan operar de manera efectiva en los nuevos corredores. Iryo también ha destacado la importancia de tener claridad en las reglas del juego para poder planificar su expansión de manera efectiva.
### Desafíos en la Infraestructura y la Alta Velocidad
Mientras se discute la segunda fase de liberalización, hay regiones en España que aún no tienen una fecha clara para la llegada del AVE. País Vasco, Cantabria y Extremadura son ejemplos de comunidades que han invertido grandes sumas de dinero en infraestructura de alta velocidad, pero que aún no han visto resultados concretos. En el caso del País Vasco, después de dos décadas de obras y más de 5.000 millones de euros invertidos, la conexión entre Burgos y Vitoria parece estar finalmente en marcha, aunque se espera que la alta velocidad no llegue a esta comunidad hasta finales de la década.
La línea Palencia-Santander y la conexión de Extremadura también enfrentan plazos de entrega que se extienden hasta 2029 y 2030, respectivamente. Esta situación genera frustración entre los ciudadanos y las autoridades locales, que han estado esperando durante años la llegada de un servicio que prometía transformar la movilidad en sus regiones.
Además, la competencia entre los operadores ha llevado a una guerra de precios que ha puesto en riesgo la sostenibilidad del modelo de negocio. Desde la llegada de Ouigo a España en 2021, los precios de los billetes han caído drásticamente, lo que ha llevado a pérdidas acumuladas de más de 600 millones de euros entre los tres principales operadores: Renfe, Ouigo e Iryo. El Ministerio de Transportes está monitoreando de cerca esta situación, ya que considera que los precios excesivamente bajos podrían amenazar la viabilidad del sector a largo plazo.
En resumen, la liberalización del transporte ferroviario en España enfrenta múltiples desafíos, desde la falta de trenes adecuados hasta la incertidumbre en la infraestructura y la sostenibilidad económica del modelo. A medida que se avanza hacia una mayor competencia en el sector, será crucial abordar estos problemas para garantizar que la liberalización beneficie a los viajeros y a la economía en general.