La huelga del metal en Cantabria ha alcanzado su segundo día, generando tensiones y complicaciones en diversas áreas industriales de la región. Las imágenes de barricadas en Guarnizo y Santander han captado la atención, reflejando un conflicto que ha llevado a la detención de un trabajador durante las manifestaciones. A pesar de los esfuerzos por restablecer la normalidad, los piquetes siguen activos, especialmente en zonas clave como el polígono de Candina y la fábrica de Solvay en Barreda.
La situación se tornó crítica en la mañana del jueves, cuando los accesos a Santander y las cercanías de la fábrica de Solvay se vieron afectados por las protestas. Los sindicatos han reportado un seguimiento de la huelga del 95%, mientras que la patronal Pymetal ha minimizado el impacto, afirmando que la incidencia es «escasa». Este desacuerdo entre las partes ha intensificado el conflicto, con la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, describiendo un altercado en Candina como un «hecho aislado». La Policía Nacional ha intervenido para disolver piquetes, pero la mayoría de los manifestantes han mantenido un comportamiento pacífico.
### Impacto en el Tráfico y la Actividad Industrial
Los conductores que transitaban por Nueva Montaña enfrentaron retenciones significativas, similares a las del primer día de huelga. Los piquetes en la entrada de la Global Steel Wire (GSW) provocaron atascos, exacerbados por el mal estacionamiento de vehículos en áreas no habilitadas. Sin embargo, antes de las once de la mañana, la situación comenzó a normalizarse, permitiendo que el tráfico fluyera nuevamente.
En Torrelavega, la situación fue similar, con dificultades de tránsito en las cercanías de la fábrica de Solvay. El polígono de Guarnizo se ha convertido en el principal foco de conflicto, donde la Policía tuvo que actuar para evitar que los manifestantes bloquearan la carretera general. A pesar de las intervenciones, se registraron barricadas con fogatas en el acceso al polígono, lo que ha llevado a algunos sectores a exigir a la Delegación de Gobierno que garantice tanto el derecho a huelga como la libre circulación.
Los bomberos de Santander han tenido que intervenir en múltiples ocasiones para sofocar pequeños incendios en distintos polígonos industriales, lo que refleja la tensión creciente en la región. En total, se reportaron ocho incidencias relacionadas con el mobiliario urbano, lo que ha llevado a un aumento en la preocupación por la seguridad pública durante las manifestaciones.
### Futuro de la Huelga y Negociaciones
El Gobierno regional ha convocado a patronal y sindicatos a un nuevo encuentro en el Orecla, donde se espera que se discutan las condiciones laborales y salariales que han llevado a esta huelga. Sin embargo, los sindicatos han advertido que, si no se alcanza un acuerdo, la huelga podría convertirse en indefinida a partir del próximo lunes. La falta de voluntad negociadora por parte de Pymetal ha sido un punto de crítica por parte de los representantes de los trabajadores, quienes sienten que sus demandas no están siendo tomadas en serio.
Pymetal, por su parte, ha argumentado que la huelga está siendo seguida por un número reducido de trabajadores, afirmando que solo alrededor de 300 personas están participando activamente en las protestas, en comparación con los 22,000 trabajadores convocados. Esta discrepancia en las cifras ha alimentado el conflicto, con la patronal pidiendo a la Delegación de Gobierno que garantice el derecho al trabajo y que se habiliten accesos para que los empleados puedan llegar a sus lugares de trabajo sin inconvenientes.
La situación en Cantabria es un reflejo de las tensiones que pueden surgir en el ámbito laboral, donde los derechos de los trabajadores y la necesidad de mantener la actividad económica deben equilibrarse cuidadosamente. A medida que se desarrollan las negociaciones, la atención se centra en cómo se resolverá este conflicto y qué medidas se implementarán para evitar que se repita en el futuro.